Se ambienta en Karatas, una villa de Kazajistán, donde la nieve impera. Dirige el kazajo Adilkhan Yerzhanov. Es una comedia negra que trata sobre el secuestro por terroristas de unos adolescentes en una escuela pública. Los secuestradores no dan justificaciones ni piden nada, es un acto autómata se diría. Éste acto de terror genera un rescate por gente común, gente que tiene cero habilidades para lograrlo; más aun, son cobardes y mentirosos, personas que se ufanan de muy valientes o rudas y no lo son. En esto yace la comedia, que cae en la obviedad. Éste grupo de rescatistas lo forman padres y empleados del colegio. Una madre joven y guapa solamente termina mostrando cualidades, siendo una especie de francotiradora a lo femme Nikita. Es un filme entretenido, aunque básico, de esos palomiteros, como para la sala de cine, aunque hecho en Kazajistán. Es una obra que no recurre a extravagancias ni tampoco efectismos, no toma riesgos tampoco. Puede que uno falle pero hacer películas equivale a proponer algún tipo de valor especial y es una ruleta rusa lograrlo. Ésta es una obra con algo de simpatía, únicamente. Yerzhanov se hizo una propuesta curiosa con The plague at the Karatas Village (2016), y otras infumables. Ésta no es mala, pero es para pasar el rato solamente.