lunes, 14 de febrero de 2022

El buen patrón


El buen patrón (2021), de Fernando León de Aranoa, ganó 6 premios Goya éste 2022, fue la gran ganadora de la noche, y era lo que se esperaba, pero ciertamente es un muy buen filme. Hacer comedia es algo más complejo de lo que se cree; lo intentan montones de todo pelaje y estilo y fallan muchos; hacer reír, ser original e inteligente no es cosa fácil. España tiene a Luis García Berlanga, uno de sus mejores directores quien hizo mucha comedia y encima muy buena, tiene varias obras maestras. Pedro Almodóvar es otro peso pesado en España y en la comedia. A estos dos sumamos alguien que no suele incursionar en la comedia, pero no ha perdido su lugar de identidad, el cine social, el cine comprometido, pero ésta vez ha dado pie a bromear con ello y salir un poco del lugar seguro, intentar entretener ante todo y hacer cine arte también en el trayecto. España tiene muy buenos actores, hay muchos buenos, y aquí se puede apreciar tranquilamente. De los más talentosos tienen a Javier Bardem que es el patrón y protagonista del filme; con él comparten la máxima popularidad Antonio Banderas y Luis Tosar, pero quizá el más balanceado entre talento y popularidad sea Bardem. Bardem en la presente película luce perfecto, se presta muy bien para distintos registros y la comedia no le va mal, cosa curiosa porque es bueno para el drama. Es un actor completo. Aranoa maneja todo al milímetro, todo se ve muy detallista, pero también denota mucha madurez y experiencia, no exagera, no abruma con exceso de comedia, todo va bien distribuido y no es abundante, se puede contabilizar sin dificultad y no deja de haber montón de cosas por coger en el ambiente -no solo en la interacción de personajes-, como con las frases motivadoras malgastadas por el tiempo en la pared del centro de trabajo, de la empresa Básculas Blanco, que simplemente opta por un nuevo galardón como empresa, símbolo de su rentabilidad, mantenimiento de estatus y éxito. El filme trata de la visita de gente que viene a juzgar el lugar, pero antes el patrón, Julio Blanco, pasará por mil penurias y tendrá que resolver cosas imprevistas, como también cosas que atraviesa por como es él, observando su cinismo en toda magnitud, aunque además tenga de persona con matices, como cierta simpatía y virtud como administrador; mientras Aranoa provoca mucha ironía. La primera mitad del filme maneja humor deadpan, y puede caer en ser un filme exigente, que exige algo de paciencia, pero notablemente forma una estructura y piso para que en la segunda mitad entre el humor negro. Es una propuesta que no inventa la pólvora, hay mucha comedia hecha en el séptimo arte, pero tiene su toque de personalidad. En algunos ratos puede ser un poco chocante, pero también hoy en día es difícil escandalizarse y no va de ese tipo de filme, polémico o efectista, es una película de alguien con madurez; eso no evita que Blanco se vaya de putas a un club, o sea infiel con chiquillas becarias o practicantes, donde entra a tallar la actriz novel y muy prometedora Almudena Amor. La esposa que hace Sonia Almarcha tiene su sofisticación sin ser pedante, es una esposa con forma, otro punto para criticar a Blanco. El filme tiene un grupo de trabajadores que son una maravilla, se prestan a buen humor, como el vigilante Román (Fernando Albizu) y sobre todo el glorioso Fortuna (Celso Bugallo); Bugallo tiene una expresión que lleva toda la ironía del universo en su gesto, qué tal expresividad e inmersión en un pequeño papel. El buen patrón juega con una huelga minimalista, juega con la infidelidad mutua, sabe saltar de la violencia a la ironía de salón sin perder sentido, no llega a ser vulgar nunca, pero tiene los pies sobre el piso. Es una película en el punto de perversidad; va mostrando a un Blanco cada vez más horrible, pero sin perder esa compostura que caracteriza al protagonista, aun cuando puede tener un lapso donde chilla como cerdo. El buen patrón es un tipo humano a fin de cuentas -puede aflojar o ser humillado, puede "perder" alguna batalla-, pero yace plagado de la costumbre de la mentira, para que como indica esa bala la máquina funcione. No obstante no si ahondamos en ello.