miércoles, 16 de febrero de 2022

Kimi


Kimi (2022), de Steven Soderbergh, digamos que es una película humilde, pero bien hecha. Es un Hitchcock actualizado; es la vida tras la experiencia de la pandemia actual más el uso de las tecnologías de punta, medio al alcance de todos, más su toque de thriller paranoico, algo que se ha popularizado en cierta manera, con tanta imaginación sobre conspiradores sueltos en plaza (con curiosamente su público), y mil y un elaborador de teorías fantasiosas. Soderbergh es un director con su habilidad, tiene oficio y su cuota de talento. No es de los top, pero se planta a un nivel decente al menos. Kimi es un aparatito que recibe ordenes que ejecuta en una casa, prender y apagar la luz, encender la radio, cosas así. La prometedora Zoe Kravitz lleva el cabello azul y es una mujer que tiene fobia a salir a la calle, se hiperventila si lo intenta, todo lo hace desde su hogar, solitaria se dedica a revisar con un ordenador las ordenes y errores que los aparatitos Kimi van teniendo. Un día descubre un audio que solo su habilidad deja al descubierto para ella, es un asesinato que ha grabado uno de los kimi. Rápidamente intenta hacer algo, es una mujer muy moral y altruista, comprometida. Pero Angela (Zoe) también ha sufrido de desequilibrios mentales, ¿es todo su invención?; Soderbergh apoyado en el famoso guionista David Koepp explotan las enfermedades de Angela, que muchos verán asociadas con la pandemia y el aislamiento. Incluso en un momento Soderbergh juega con la cámara, con nuestro vértigo, poniéndose por debajo del cuerpo de Zoe y girando alrededor de ella mientras se mueve, cuando camina apurada; esto genera incomodidad visual, algo de mareo, esto es la representación de la locura según el director, que en un momento un personaje llega a decirlo directamente, la locura es como el vértigo. La sombra de Hitch es grande, claro está, aunque el dúo Soderbegh/Koepp hacen una película muy propia de nuestros 2022 y tiene su cuota de mérito, aun cuando se nota su austeridad, sus actores sencillos, su estética a telefilme de cable y cosas así. Pero también entretiene y es hábil explotando la locura, con su thriller con figuras actuales. No obstante también plantea hacer una película de crímenes, una película divertida y cumple. Se trata también de ir por lo popular, con una Zoe de nuestros tiempos, candente en la cama aun con posibles desequilibrios. Así mismo no se le puede quitar mérito, no es un personaje bello siempre, Zoe Kravitz no solo es una muchacha hermosa, también puede pretenderse verse algo tonta en su imagen, no lucir cool del todo. Éste filme tiene de Hitch, pero sin toda su belleza e inocencia clásica, sin toda su magia y maestría obviamente, aun cuando es más que competente, sobre todo con el uso de un presupuesto no muy abundante, si bien usa mucha tecnología que medio que parece un sci-fi.