Un hombre rubio de musculatura de culturista profesional muestra
su fuerza excepcional, hace acrobacias y pruebas de riesgo, mezcla de superman,
Houdini y un strongman pionero. Dragoljub Aleksic es el protagonista de ésta
película, con partes documental y otra de ficción -con una película en el
interior de otra, o el logro del cuarto de edición tipo director´s cut o el de
un remake-, de Dusan Makavejev, quien hace un homenaje a una obra serbia
–primera hablada de su país- que fue censurada tanto por los nazis durante la
ocupación alemana como por el gobierno comunista de Yugoslavia.
Aleksic en 1942 producía, dirigía, escribía y protagonizaba
la película del mismo nombre, un melodrama donde una huérfana es maltratada por
su madrastra, la que quiere sacar provecho casándola –con un tipo bruto-, pero
que halla la salvación en el amor, al enamorarse del personaje que interpreta un
carismático Aleksic, casi un superhéroe, dedicado el filme a mostrar sus
habilidades y talentos propios del circo, y a cierto egocentrismo.
Makavejev exhibe gran cantidad de la película original, y
hace una propuesta esencial, como si estuviéramos casi viéndola en su
totalidad, sumándole –fiel a su estilo y a lo que intensificaría más tarde- newsreels
de la ocupación alemana y de propaganda nazi; también entrevista a muchos
involucrados de la película homenajeada, de gente que estuvo enfrente y detrás
de cámaras, inclusive vemos en repetidas ocasiones a Aleksic quien aún más de
25 años después mantiene un gran estado físico y se dedica a mostrarlo.
Makavejev celebra un lugar de identificación cultural y un
pilar cinematográfico para su país al abordar el filme de Aleksic, propuesta que
puede entenderse -en un mínimo- como producto nazi si observamos que el
protagonista maneja la imagen estereotipo que buscaban promocionar los alemanes
de la época. No obstante curiosamente el filme fue censurado. Pero la realidad
es que Aleksic se dedica a ser un héroe popular serbio –dentro de alguien
exhibicionista, consciente de hacer un show y al que se le puede emparentar
prácticamente con cualquier ideología-, a mostrar su extrema masculinidad, a
vencer a los malvados –violadores y rapiñas crueles y calculadores- y a rescatar
a la damisela en peligro.
Es un filme entretenido, simpático y curioso, gracias al
original, pero al que se le hacen ciertas manipulaciones, como colorear algunas
partes de los fotogramas, y se le da un toque mix bien efervescente, austero en
pensamientos, pero los hay, como pensar en la segunda guerra mundial, los nazis
y un melodrama inocente de la época en contraste o complemento desde el punto
que se quiera ver, un sueño frente al mundo desmoronándose o alguien no
pudiendo ponerse al margen de la realidad porque finalmente la censura le vino
encima.
Se recoge que sea un filme placentero, con el interés de
ver el humor y la personalidad serbia. No luce un filme muy político el de
Makavejev, el original menos para tanta censura, pero Aleksic es un tipo interesante
capaz de solventar toda una película tras él, y es lo mismo con su realización
que está a la altura, que aunque tiene mil defectos al mismo tiempo tiene personalidad
que poco importa que no sea una obra maestra. Makavejev juega sus fichas como
quien arma un atractivo cuadro lleno de cosas ingeniosas, que te mantienen
atento, divertido, sin demasiada proporción, prefiriendo en ello ser sutil,
pero aun sencillo, como disfrutar con cada proeza de Aleksic, verlo doblar un
fierro o romper cadenas con los dientes.