miércoles, 29 de agosto de 2018

¿Qué fue de tía Alice? (What Ever Happened to Aunt Alice?)


Una mujer mayor queda viuda y es dejada sin dinero para mantenerse cuando creía que su marido le iba a dejar mucho dinero, la sra. Marrable (Geraldine Page), y decide mostrar el carácter del que le hablaba su padre. Es cuando planea matar empleadas del hogar tras tomar el dinero de su seguro o de sus ahorros. Desde el inicio vemos ésta práctica, con una mujer muy cruel y fría, que parece decir que no le queda otra salida, es ella o morir de hambre, como cuando al final ríe en la ironía del descubrimiento del valor de unas estampillas.

Geraldine Page hace un gran papel como ésta mujer temible, llena de histrionismo, con la emotividad a flor de piel, de movimientos inquietos, muy expresiva, aunque muy calculadora y capaz de matar sin el menor remordimiento y saber ocultarlo, a una empleada tras otra. Éste filme lo dirige Lee H. Katzin y es producido por Robert Aldrich, por lo que el título no es casual, intenta seguir la estela de las famosas ¿Qué fue de Baby Jane? (1962) y Hush… Hush, Sweet Charlotte (1964) y lo logra aunque denota un menor presupuesto, unas imágenes más austeras, un quehacer más rustico, pero es de una trama más directa, más cruel.

Hay subtramas con otras relaciones, entre parientes y parejas que no importan mucho, están demás, ahí falla la película porque no provocan interés, pero sobrevive la participación de Mike Darrah (Robert Fuller), un tipo que queda intrigado por la sra. Marrable cuando su tía Alice, la sra. Dimmock (Ruth Gordon), decide ser la nueva empleada de Marrable, pero que es porque en realidad desconfía de ella y está ahí para investigarla; porqué lo hace también se siente poco justificable, otra debilidad del filme, pero Ruth Gordon es un contrapunto genial y un buen enfrentamiento con la actuación de Geraldine Page, que dígase de paso lucharan cuerpo a cuerpo en una escena formidable, llena de suspenso y emoción.

La intromisión de la vecina, la hermosa Harriet Vaughn (Rosemary Forsyth) y su curioso hijo adolescente tiene sentido, pero no es tan atractivo. Tanto Fuller como Forsyth no presentan actuaciones que impresionen, aunque tampoco lo hacen mal. La que es un despliegue de gestos e interesantes momentos es Geraldine Page, que hace muy entretenido el filme cada vez que aparece, fluye maldad y buen terror con su presencia, lo bueno que es ella la que domina el filme, y Gordon pone la cereza del pastel, lo adorna, lo pone más picante.

Ya la resolución no es lo que más atrae, es la justificación lógica de que la sra. Marrable debe ser detenida, pagar sus culpas, sus asesinatos. Pero incluso el filme se da cuenta que ella es lo mejor de todo porque la hace brillar hasta el final. Y dentro de lo bueno está que la hacen tal cual, una mujer mayor, no una mujer físicamente fuerte, pero con carácter y mucha ambición, querer mantener su estatus social, una situación económica decente. El filme es básico, pero muy efectivo, ver como mata a las empleadas tiene un sentir muy terrorífico, al igual que cebarse en su maldad como cuando adora su jardín y vemos en escena como el viento mueve a sus queridos y macabros árboles, sembrados sobre el abono de cadáveres, de ancianas.