sábado, 26 de mayo de 2018

El vendedor de orquídeas


Éste documental es del director de Desde allá (2015), la que fuera ganadora del león de oro, premio mayor del festival de Venecia, del venezolano Lorenzo Vigas. Está dedicado a su padre, el pintor Oswaldo Vigas. En éste filme el vendedor de orquídeas es un cuadro que se le ha perdido a Oswaldo Vigas y tiene un vínculo especial con él y con lo que propone esta propuesta. Es un filme sobre la familia de Lorenzo Vigas, en especial sobre su famoso padre.

El vínculo especial es con un hermano difunto que sufrió de esquizofrenia y Oswaldo carga cierta culpa. En el documental hablan los padres de Lorenzo de cómo se conocieron, también presenciamos un vínculo hermoso entre ellos. Está presente en vida otro hermano de Oswaldo. Vemos la búsqueda del cuadro, pero parece un pretexto formal para armar un filme más interesante, pero la familia de Lorenzo se hace tal cual algo atractivo de ver.

Se puede ver como Oswaldo pinta con gran rapidez y habilidad, que no es necesario conocerlo demasiado para sentir que es un artista. No necesariamente sus cuadros abstractos e imaginativos nos tienen que agradar. Pero se siente la autenticidad y el talento. Es un hombre también muy emotivo, sensible, y toma medicamentos para regularse, él dice que para controlar la memoria que le hace muchas veces daño.

Lo interesante del filme es que Oswaldo es un hombre exitoso, pero mantiene una sencillez que se percibe verdadera. Lo vemos viajar a pueblos humildes de Venezuela y la gente lo saluda con amistad y aprecio. Es como si Venezuela fuera muchas, no sólo esa imagen en crisis que solemos ver a menudo producto de sus líderes políticos.

Tiene una risa particular, medio nerd, y no se pretende ningún filósofo de la vida, habla y se hace sentir cercano. Es un hombre viejo, pero lleno de vida. Parece un sujeto franco. Todo esto es importante porque el filme hace un retrato de él. Es una mirada sencilla, en buena parte se siente que la cámara se posa, trata de atrapar momentos reales, fluye, pero a la vez se percibe un orden, un intento de hacer algo más, con aquel cuadro y su relación con el hermano, hablando del destino que uno se traza. No se trata de un documental grandilocuente, es algo pequeño y empático, es un homenaje al padre, al hombre y al pintor, queda claro en la relación humana y artística del título, del cuadro. La historia de un hombre familiar.