Ésta película que escribe y dirige Larry Cohen resulta bastante
original, un especie de yogurt-helado llamado the stuff es una sustancia que en
realidad tiene vida y hace mil estragos en el cuerpo y control de la gente que
por su sabor se vuelve adicta a este producto. La sustancia blanca se come por
dentro al cuerpo de las personas, los manipula como zombies o deja salir la sustancia
de los cuerpos muertos como una masa viscosa que ataca como una marea. The
stuff tiene de protagonista a Michael Moriarty, como un ex miembro del FBI –expulsado- que
se dedica a sabotear por dinero las marcas de la competencia, es un pícaro y
nuestro héroe. En el filme hay personajes curiosos, como Chocolate Chip (Garrett
Morris), empresario de productos lácteos que es famoso por su simpatía, o el
coronel Malcolm Grommett Spears (Paul Sorvino), un tipo de guerrillero nacionalista anti-comunista. El filme tiene una crítica social sobre venderle porquerías a la
gente, o por el consumismo desenfrenado y la ambición de lucro sin miramientos
de las empresas, por algo the stuff no pasa revisión sanitaria, se dice que sus
ingredientes y fórmula mantienen el derecho al secreto como Coca Cola. The
stuff (1985) tiene una línea general muy sencilla, pero es entretenida, no cabe
duda. Moriarty es David “Mo” Rutherford quien con Chocolate Chip y el coronel
Spears más una publicista y lado romántico (Andrea Marcovicci) y un niño (Scott
Bloom) enfrentaran este ataque mundial. Nunca antes había sido tan fácil conquistar
el mundo y luego salvarlo. El filme tiene varios mensajes publicitarios de the
stuff y muy buenos y nutridos efectos especiales. Está claro que el hacer
dinero sin pensar en el consumidor es pan de cada día donde entra un ataque del
tipo de the stuff como humor negro, sci-fi y terror. Es un filme de esos que
pueden ser de ataques alienígenas, pero el producto yace vivo de la nada en la
tierra. Moriarty tiene un papel desenfadado, no muy exigente, pero tampoco es
que The stuff sea una obra de arte, pero no le quita que es ingeniosa en su
sencillez y divertida a rabiar. Es emocionante, además.