Éste documental de los hermanos Álvaro y Diego Sarmiento es
observacional y etnográfico sobre los indígenas de la Amazonía peruana
conocidos como los hombres del agua, Yakurunas. Vemos gente preparando comida,
en su hábitat, de acuerdo a sus costumbres, preparando alimentos con yuca o con
plátano, yendo a cazar o a pescar, paseando por canoa en el río. También hay
una construcción artística con detalles que apuntan a enfocarse por mencionar
alguno en el reflejo del agua. Teniendo en cuenta que los yakurunas se les
define por ella se hace mucha mención del agua pero sin hablar, casi no hay
diálogos en el filme, sino mostrando simplemente. Hay mucha austeridad, se
enfoca la propuesta en poca gente. La selva tiene su presencia en lo artístico.
Las relaciones de afecto igualmente hacen presencia, como con el padre y el
hijo pescando y jugando medio a competir entre ellos. Se ve a un padre
orgulloso, y a un hijo que tal cual sigue sus pasos. El cazador se echa humo en
el cuerpo, hace su rito de bienestar. Una mujer teje muy parsimoniosa. Un
hombre sale en busca de sus chanchos. Todo es muy ligero, pero hay que cogerlo
sin explicaciones. No obstante todo es fácil de entender. Es ver acciones de
cotidianidad de indígenas de la selva. Hay mucha calma, no se percibe atisbo de
violencia, se luce como un mundo humilde, pero feliz. Se percibe gente que no
se autocritica, que simplemente vive. Por la ropa te percatas de la intromisión
de la mezcla cultural, de la modernidad, pero aún mantienen sus costumbres
reducidas a lo elemental. Es un documental de lo mínimo, del trabajo continuo
de la alimentación. Son como hormigas trabajadoras, para un fin netamente
utilitario. No se ve entretenimiento directo, que incluso los niños ayudan a
sus padres, pero la pesca es también juego, como sobrevivencia. Una escena
sintetiza todo el documental en su estructura, estética y tono, un cesto se
llena de alimento –pez tras pez-, el padre pescador prepara el pescado, lo
filetea a su estilo, cocina el plátano, pone un pescado entero mediano y un
pedazo de plátano y dice, esto es para ti, esto es para mí. La cámara enfoca
todo muy sencillo, con apenas elementos en el encuadre.