jueves, 27 de abril de 2023

Señora de nadie

Dirige la argentina Maria Luisa Bemberg y es una historia muy femenina, propia de la mirada personal de la autora, quien escribe sola el guion además de dirigir. Tenemos a Leonor (Luisina Brando), una mujer casada a la que su marido engaña y ella logra hablar con la amante. Leonor se separa, deja su casa y quiere trabajar y ganar su propio dinero, aun cuando el marido tiene buenos ingresos. Brando tenía 37 años por entonces en la vida real y hace de una mujer de esa edad. Leonor es de trato formal en gran parte, pero se permite ser irreverente y liberal, moderna. El filme en sí oscila entre lo tradicional y la modernidad. Leonor tiene un mejor amigo homosexual, interpretado por el talentoso Julio Chávez, quien tenía 26 años durante la película, y así se ve, de espíritu muy joven. Ambos sostendrán un fuerte vinculo, aquí golpeados por cierta melancolía y un cierto ñoñismo. Leonor es una chica fuerte, y tendrá aventuras sexuales, resentida y separada de su marido, aunque aun no legalmente. Es una clara mirada feminista, de mujer independiente y moderna. Pero el filme se siente en mucho del tipo clásico, de cierto aspecto convencional, aunque no es malo, aporta una mirada personal. Vemos como Leonor trata de arreglárselas sola, dejando un poco el cuidado de sus hijos (aun chicos de paso), sólo visitándolos de vez en cuando. Hay un reencuentro que se hace interesante, con una buena dosis de seducción, aplicando un quehacer de pasión por sobre el apaciguamiento natural. Pero el filme opta por una liberación femenina entre comillas, pues la protagonista yace medio como sufrida en todo ese trayecto. No obstante una Leonor de apariencia dócil es más bien una mujer atrevida a un punto, o sorprende haciendo cosas que no parecen propias suyas y se ven realistas; también que Luisina se ve una mujer sensual en el fondo, exuda cierto erotismo y cierta camuflada vulgaridad propia de la natural carnalidad. En el fondo Leonor es una mujer común, pero con su cierta personalidad y deseo de no ser pisoteada por las convenciones masculinas. Ella quiere romper con el cliché de la mujer engañada por el marido conchudo y mujeriego, mantenedor y por ello omnipotente. Ese que quiere justificar su libertad sexual como de fuerza mayor o propio de cierta normalidad en la naturaleza, pero no considera que su mujer está cumpliendo con él, siendo fiel, y debería ser reciproco, porque se ve que Leonor también puede ser liberal. Es un filme donde a Leonor no se le hace difícil ser independiente económicamente, punto que en lo real puede ser más complejo, arduo, pero el punto es hacer de Leonor una mujer que se halla con su orgullo, que sale adelante, aun cuando no es que se cierre al perdón, pero con compromiso. El titulo indica esa pelea contra la sumisión donde la mujer espera un lugar de respeto. Es un filme que tiene un feminismo notorio, pero de esos que buscan reflexión y un mejoramiento entre géneros. En el ambiente queda claro que Leonor puede ser como su marido en todo sentido, de eso trata, de igualdad. Se siente como un filme 100% femenino, con un tema muy propio de ello.