sábado, 22 de abril de 2023
El aura
Ésta es una de las grandes películas argentinas y latinoamericanas modernas, perteneciente a Fabián Bielinsky, quien murió tan solo a los 47 años de edad, de un infarto, y dejó solo 2 largometrajes de ficción. El aura (2005) es su segunda película, murió el año siguiente. El aura es un thriller, una película de crimen. Es un filme inteligente, con su grado de complejidad, pero no es difícil de seguir ni entender, es un filme honesto, que sabe lo que hace, que juega limpio, que busca impresionarte sin trampas. Tenemos a Esteban (interpretado por uno de los grandes actores latinos, Ricardo Darín), quien es un taxidermista y trabaja en un Museo donde exponen obras hechas con taxidermia. Hasta ahí siempre Bielinsky muestra su inteligencia, para justificar todo y ser audaz en el proceso. Esteban tiene gran dominio mental de la abstracción espacial y prominente memoria con lo que juega a soñar con perpetrar atracos de banco perfectos. Despliega en su mente los planes más precisos, sin demasiado relleno; son trabajos mentales eficientes, prácticos, que no se embrollan. Bielinsky nos muestra esos planes a través de la magia del cine, mezclando en el mismo plano actualidad, un lugar pasivo y pacífico, como el protagonista, y los despliegues "perversos" o retos de racionalidad con los que vive Esteban. El filme maneja ésta mezcla sutil, no demente, sino siempre lógica y clara, donde imaginación camina junto a realidad. Uno puede pensar que muchas cosas que veremos en realidad no sucedieron, pero nuevamente Bielinsky usa la compañía libre de un perro primero como sueño y luego como afirmación de realidad. Lo del aura está explicado muy cinematográficamente, con la posición cambiante, plástica y sugerente de la cámara, con su movimiento, con el sonido, con la toma de detalle, más la performance de Darín, hasta el golpe del viento hacia el desvanecimiento, finalmente la caída. Incluso esto del aura también juega un poquito a lo cósmico, como si Esteban no fuera sólo una persona muy cerebral, muy matemática, sino un especie de vidente rendido a ver el futuro mezclado también sutil, simbólica y literalmente con una enfermedad, representada en la epilepsia. Esteban en el filme sufrirá 3 ataques de epilepsia. El segundo ataque que veremos muy detalladamente será una clase magistral de cine, representando justamente lo que significa el título, una explicación sin truño, muy precisa, como lo es en todo momento Bielinsky. El filme nos guía como si siguiéramos una madeja hacia la aventura, la aventura que vivirá Esteban, tal cual las fichas del dominó. El final es una resolución de la personalidad del protagonista, un hombre dócil, tranquilo, que tan solo se ha despercudido un poco de la costumbre, alguien sin violencia en el cuerpo, pero que tiene fantasías de crímenes y anhelos de asaltos emocionantes de banco, como se puede trasmitir en el quehacer y pasión de hacer cine (y el público empatizarlo de la misma manera), de ser libre con el ecran sin producir daño alguno, de vivir con la imaginación ese límite que no queremos ni podemos romper. La aventura que vivirá Esteban lo pondrá a hacer cosas que parece no estar preparado o no ser el tipo clásico en el asunto, ya que no es un criminal o un tipo rudo, de ir por lo físico, es más del tipo pensador. Bielinsky lo deja claro en la actitud hacia el protagonista de parte del matón Sosa, que lo tiene por muy común o hasta cobarde. En un momento Esteban planea deshacerse de alguien con un tiro para poder sobrevivir; primero lo piensa, duda mucho, y vemos el acto violento con la imaginación, luego se repite el acto en la realidad. Es así que el gran director que es Bielinsky deja dicho que juega limpio, que pretende un ingenio potente, hedonismo a la vena, dentro de mucho control que puede quitarle un poquito de ritmo y no obstante seguir siendo una obra maestra. La inteligencia no es la que hace las cosas impenetrables, sino la que celebra la sabiduría con lo aparentemente sencillo. No es tampoco ser simplista o simplón, es ser audaz siendo transparente, dejándote entender. En un inicio el amigo y su viaje es sospechoso, pero el filme pega el salto a un acto accidental, sorpresivo, un mal reflejo y de ahí como una bola de nieve el curioso Esteban hará realidad sus fantasías. Es un filme que se hace entretenido, lo es toda la interacción con el planteamiento de un gran robo -en el que se mete autodidacta Esteban y termina dominando la situación- y esa pequeña cabaña en el bosque como punto de encuentro, donde 2 actores prometedores se dejan ver bien, una, Dolores Fonzi, y el otro, Nahuel Pérez Biscayart. Fonzi no hace de muñeca bella, que hubiera sido lo más común, lo más normal, sino muestra ser un ser débil dentro de un lugar machista y bruto, y al mismo tiempo exhibe carácter para sobrevivir -muy bien reflejado en su mirada-. Bielinsky le da resoluciones simples dejando cierta elipsis de sufrimiento, evitando el melodrama, y es que es un thriller, tratamos con gente de acción. Así mismo Esteban enfrenta el miedo, enfrenta a la muerte, en distintas formas. Él siempre es de salidas reales, creíbles, pero propias de ese pensador que es en realidad, debajo del taxidermista humilde, del hombre de la vida ordinaria, de yacer metódico en su trabajo con la taxidermia, que es un reflejo también de su mente despierta y tan especial. El filme abre con otra clase maestra en la recreación de un trabajo de taxidermia en las manos aparentes de Darín, o en la preparación del personaje por Darín en el interior de una minuciosa recreación bajo el ojo clínico de la cámara. Fonzi tiene una línea de esas memorables. Esteban le dice curiosamente a Diana (Fonzi) que ella no tiene el tipo de la mujer que va a la iglesia. Otra oportunidad del ingenio para no dar lo obvio, eso popular que gusta al que no sabe mucho, sino que busca la complicidad del intelecto. Ella responde, es solo un lugar para estar, un lugar para reposar la mente diríamos. Enfrentarse al mundo, de paso. Ésta mujer que Fonzi representa desde sus 27 años reales, alguien curtida, es un pájaro que quiere volar libre. La casualidad, como es parte de la vida hará justamente eso, hará que la suerte se alinee con la decisión y la nueva lucha contra la frustración en un mundo violento, de criminales. Hay un prostíbulo (parada del plan), pero la razón de ir ahí de los guardias no es la obvia, el filme es un acto de ingenio tras ingenio, desde lo diáfano.