jueves, 6 de enero de 2022
La tía Alejandra
Ésta película de terror del mexicano Arturo Ripstein es una de las mejores del género hechas en Latinoamérica. Es sencilla, pero bastante buena. Tiene cine arte aunque muy poco o nada de cine intelectual. No importa. Es entretenimiento y del bueno y basta y sobra. La historia nos enseña a una anciana tía llamada como el título, Alejandra (Isabela Corona), que tras morir la abuela y matriarca familiar queda sola y se va a vivir con su sobrino y su familia, formada por tres hijos, una adolescente, una niña y un niño. Ésta familia padece problemas económicos, son clase media baja, y la tía Alejandra es millonaria. Pronto la necesidad y cierta ambición de dinero hacen que quieran agraciar a la tía, pero ella esconde que es una bruja, tal cual, pero el filme de Ripstein no lo dice directamente, la deja ser simplemente y es un gran acierto y buen cine. Los hijos de éste núcleo no gustan de la tía y, como son pequeños aun, empiezan a molestarla, hasta ocasionarle una caída, un accidente. Como no saben con quien se han metido no se han enterado que se trata de una bruja y ser super cruel y pronto buscará venganza, aun siendo niños los involucrados. En toda ésta venganza hay notable cuidado cinematográfico y narrativo, tiene de delicado y también de potente. Vemos como levita una mesa, vemos ritos y van sucediendo hechos macabros y mágicos. El filme maneja imaginación, creatividad, como ver que la tía falsifica la voz de la madre, de Lucía (Diana Bracho), para ejecutar un plan siniestro. El filme también tiene escenas fuertes, como un incendio que acaba con una vida. Los padres pronto se dan cuenta que el dinero no es tan importante, es un alto precio por pagar, y empiezan a ver mal a la tía, pero ésta es muy astuta y malvada, no saben que lío tienen ya demasiado encima. Hay una maravillosa escena que define al padre que empieza a ser torturado, sobre una cama llena de agua. Los títeres también se prestan a la brujería, no queda duda que están enfrentando al demonio. No obstante como en toda película de género sale un héroe improbable a luchar la situación. Por todo es una delicia de cine de horror, con una Isabela Corona a la que se le exige mucho y da la talla, como cuando sufre la lluvia en la calle. Es un filme donde el enemigo es perverso, pero finge docilidad y amabilidad. Parece una vieja señora cualquiera la tía Alejandra y craso error, lo cual es un disfrute para el espectador.