jueves, 21 de febrero de 2019

Incredibles 2


Secuela que está a la altura de la primera que estuvo genial; dirige nuevamente Brad Bird, quien también se encarga en solitario del guion. Los superhéroes son ilegales y unos ricos empresarios, Winston Deavor (Bob Odenkirk) y Evelyn Deavor (Catherine Keener), dos hermanos, quieren volverlos legales, para lo que contratan a Elastigirl (Holly Hunter) para con ella hacer una buena publicidad y lograr revertir la imagen pública de los superhéroes. Mientras su súperesposa está afuera Mr. Incredible (Craig T. Nelson) se encarga del hogar, de cuidar a sus tres hijos, que incluye a un bebé con 17 súperpoderes.

Es un filme familiar, muy entretenido, con sus buenas escenas de acción y su humor por todas partes, pero que deja ver una historia, que no es una comedia. Hay mucha aventura. El malvado Screenslaver tiene una excelente escena de acción enfrentando a Elastigirl, que no tiene nada que envidiar a una cinta live action; es más, parece que la copia al milímetro, así igualmente el filme tiene muchas escenas serias y típicas del cine americano, emula muy bien la realidad. También hay ternura en los personajes de la familia, que le da un plus al producto.

Es un filme que tiende a lo cotidiano, aun cuando hay cosas extraordinarias, como súperpoderes y peleas con harta destrucción de infraestructura –asunto por el cual escogen a Elastigirl en lugar de Mr. Incredible-. Esto es lo mejor del filme, ese gran convivir con lo común, con el padre cuidando de su hijos; con una hija enfrentando la adolescencia, el querer tener un novio; con un padre que demuestra no ser machista y cuida de su hogar, mientras su mujer es la heroína y tiene el trabajo que él tanto ama. Se nota la unidad familiar en los protagonistas, haciendo todo por el beneficio mutuo, por amor, aun cuando hallan enojos. Es un filme que así trasmite harta empatía y tiene una buena historia.

El filme es un poco como The Dark Knight (2008) en su argumentación contra el sistema aunque con su propio discurso –alrededor de la flojera, pasividad y falta de emprendimiento de la gente-, que tiene una simple refutación, que la familia Parr o Increíble son pura bondad y ven desinteresados por el bien de los demás, aman cuidar de la gente, aman servir, aman ser superhéroes, aun cuando saben que su familia es importante y tienen que cuidarse –ver por los pequeños- o que lo común pueda verse afectado, pero su naturaleza altruista los moviliza y ahí forman su unidad familiar. Mr. Incredible es un poco un niño grande y así es el filme también, como con el auto deportivo del superhéroe. Pero a la par vemos la moto de Elastigirl; en ambos géneros hay una personalidad potente. También la animación es muy carismática.