Ésta es una película sumamente limpia, clara, muy bien
explicada sobre un informe de análisis del propio gobierno americano sobre la
guerra de Vietnam, denominado los Papeles del Pentágono, que señalan que el
Departamento de Defensa sabía que era una guerra perdida y aun así seguían
mintiéndole al pueblo americano, además de tener otros intereses anexos no
oficiales desde los gobiernos de Harry S. Truman y Dwight D. Eisenhower que propiciaron
la intervención americana. Esto se filtra de propia mano de un analista del
Pentágono, Daniel Ellsberg, y llega a manos del periodismo, primero al The New
York Times y después al Washington Post. El Post estaba dirigido por el
legendario periodista Ben Bradlee y le pertenecía a Katharine Graham que también
era la editora. Se enfrentaban a comienzos de los 70s con el gobierno de Richard
Nixon.
El filme es una exhaustiva exposición del desarrollo de las
publicaciones y la reacción del gobierno de Nixon que quiso detener las
publicaciones y amenazó con llevar a la cárcel a Graham y a Bradlee por poner
en peligro la seguridad nacional. En el filme Katherine Graham, interpretada
por una talentosa Meryl Streep, tiene sus dudas de publicar estos papeles
porque era amiga cercana del secretario de defensa Robert McNamara que tuvo
mucha injerencia en la guerra de Vietnam y a quien le iba a caer gran parte
del peso de las críticas sobre éste informe. Pero Bradlee (Tom Hanks), por lo
que se ve en el filme, estaba muy decidido y era muy aguerrido e impávido y
trataba todo el tiempo de convencer a Graham de publicar.
Katharine Graham luchaba contra un espacio periodístico
machista y patriarcal, de hombres de negocios, donde las mujeres solían estar
relegadas o prácticamente no existían en las altas esferas del poder, pero
tenía carácter y mundo, y un compromiso con demostrar que podía llenar el lugar y sentirse orgullosa de su labor y entrega al pueblo americano. Graham
es una mujer de dinero, y reuniones sociales, que estuvo dedicada a su
matrimonio e hijos, pero el deber le llamó y en eso se enfoca mucho el filme de
Steven Spielberg. Graham tiene dudas y temores en su cargo, pero tiene mucha
voluntad y quiere dejar una marca.
En varias oportunidades vemos como la puesta en escena de
Spielberg pone a Graham algo achicopala, pequeña, frente a la predominancia
masculina, con ellos tratando de minimizarla o dominarla, haciéndole ver todo
el tiempo que el Washington Post era una empresa y dependía de inversiones,
banqueros y la bolsa, que se espantarían con éstas publicaciones. Graham
lentamente sale a la luz y va tomando mayor fuerza y convicción, porque tiene
ante todo un deber con el periodismo y la libertad de prensa, y el pueblo requiere
la verdad. Vemos como Spielberg la coloca más tarde en la gloria de los reflectores,
semejante a un ave fénix, ante un llamado de personalidad, brillando frente a
la mayoría masculina.
En una escena Meryl Streep atraviesa un lugar lleno de damas
esperando afuera de una entidad gubernamental (las mujeres dejadas en segundo
plano), e ingresa a un lugar de puros hombres y ella queda por encima de todos
(reubica a las mujeres bajo su representación), tal cual un conglomerado patriarcal que
no puede con ella, que no puede sojuzgarla. Es una pequeña revolución
feminista, donde una brillante mujer se impone, justificada por un deber mayor,
universal e idealista, luchar contra la mentira, y el poder que yace a espaldas
de la ciudadanía.
Katharine Graham es la protagonista de la película, es la
mujer que tiene que definir su destino y del periodismo americano, o vivir
pusilánimemente –frente a los amigos, el dinero y el poder- o brillar con
fiereza, pero con razón, ayudada por ese soldado y subalterno valiente que es Ben
Bradlee, quien también recapacita, no es un tipo cerrado o unidimensional, como
pudo quedar plasmado, teniendo momentos de reflexión y relajo; uno de ellos
llega por su esposa (Sarah Paulson), una ama de casa, que aunque está más
encargada de llevar y pasar la comida a los periodistas también es inteligente
y entiende la situación y puede influir en su marido; la otra lección llega a
razón de la amistad con John F. Kennedy y es pensar que el deber está por sobre
las relaciones, por sobre los amigos políticos, uno siempre tiene que decidir.
The Post (2017) es una clase maestra de periodismo, una
película que es muy entretenida, que no es difícil de seguir y entender, que se
explica maravillosamente, cuando pudo faltarle el dinamismo y ampararse en
mucha información, ser verborrea. Ésta se halla muy bien distribuida y
entregada, tiene ritmo, fuerza y amabilidad, es notable.