lunes, 23 de noviembre de 2020

Nadia, Butterfly

 


Nadia, Butterfly (2020), del canadiense Pascal Plante, es una película que muestra los problemas existenciales de una nadadora olímpica en plenas Olimpiadas; se ubican en Tokyo 2020, que en la realidad y no en la película fueron aplazados por la pandemia hasta el 2021, pero lo que importa en el filme no son los Juegos Olímpicos, es mero contexto, sino que la protagonista, la nadadora llamada Nadia (Katerine Savard), está cansada de ser una deportista de tan alto nivel, por tanta exigencia y porque siente que se está perdiendo de tantas cosas por su deporte, como de vivir, y se va a retirar joven, éstas serán sus últimas Olimpiadas, cuando practica natación de alto rendimiento desde muy temprana edad. El filme explica todo de manera fácil y muy bien, hay mucha información sobre quién es Nadia, se explota bastante qué le fastidia. No obstante es un filme que deja hasta el cierre la duda de si Nadia se va a retirar finalmente, ya que mucha gente la alienta a no hacerlo. Nadia ya no puede ocultar su fastidio, incluso con sus compañeros, aunque todos la escuchan muy educados y tolerantes. Nadia tiene una mejor amiga, también atleta olímpica del equipo de Canadá aquí en Tokyo, Marie Pierre (Ariane Mainville), una chica muy sexual, muy libre. Marie lleva a Nadia a una fiesta y surge la única escena que se puede ver algo transgresora, el resto es un filme muy para todo público. En dicha escena hay sexo en grupo, todos hacen su faena a vista y paciencia de toda la pequeña reunión. Nadia, Butterfly es una película muy correcta, muy coherente, muy clara. La recreación de la Olimpiadas es bastante decente, sobre todo cuando Nadia sale por las calles de Tokyo y se vive un poco el evento afuera; internamente el filme es un poco austero y astuto, no busca nunca la grandilocuencia. Es interesante ver todo el ciclo competitivo y la realidad olímpica, aun cuando es todo medido. Se ve hermoso cuando las nadadoras se lanzan a nadar. Es atractivo también ver calentando y reposando a Nadia tras bastidores. En esos momentos se siente cierta soledad. Nadia es un personaje con matices, se ve una chica común, pero también inteligente, hay buenas conversaciones en éste estilo. No es un filme como para reventarle muchos cohetes, pero es bueno, se ve bien.