En ésta película de la francesa Claire Denis, Juliette
Binoche es una mujer en busca del amor a través de varias parejas, acumulando varios
fracasos afectivos, aunque también suele cometer el error o la licencia de
meterse con hombres casados, hombres que le dicen directamente que la ven como una
amante. Binoche hace de una mujer inteligente e independiente, una artista,
pero una mujer torpe para el amor.
Lo interesante del filme es que a su protagonista no la hace
una mujer exagerada con su sexualidad, en ello la muestra libre pero sin
ensimismarse en esto, punto a favor, sobre todo en tiempos que se quiere recalcar
y fomentar esto. Lo de Denis es más una soledad y un deseo sencillo de
felicidad, hallar a la persona correcta para uno, y la sexualidad es un plano
complementario, no el centro del mundo.
Binoche hace de una mujer satisfecha sexualmente, no tiene
tapujos en el asunto, pero como relación sigue fallando. Es una mujer
divorciada, pero incluso vuelve a intentarlo con su ex esposo. Ésta es una
película en busca del amor, tiene poca comedia; el remate con Depardieu tiene
un toque irónico, pero el resto es serio, aunque ligero. El filme tiene un lado
que evita ser alevosamente comercial, pero mantiene una amabilidad y calidez
que lo hace abierto y accesible a muchos. Es un filme inteligente, aunque nada
del otro mundo. La propuesta tiene una estructura que trata de no repetirse; en
un comienzo los affairs son más largos, luego están editados de tal forma que más
cortos hacen uso de la elipsis y la sugerencia.
El filme tiene un claro derrotero que es la gran dificultad
de la protagonista de hallar a la persona indicada para ella y eso la deprime un
poco lógicamente pero sin tampoco igual dejar de tener fe, mientras tanto sus
amantes tienen un lado simpático y amable, pero terminan decepcionándola. Otro punto
a favor es no subrayar a los amantes como gente desagradable, simplemente no
son los apropiados, y con ellos hay fallas propias y otras pequeñas ventajas
que se toman estos personajes. Lo curioso es que un 80% de ellos no son hombres
agraciados, mientras Juliette Binoche tiene 53 años bien llevados, inclusive
luce sexy y provocativa, aunque inevitablemente luciendo cierta edad –edad que
no se machaca de ninguna manera-.
El filme no es súper divertido, pero es
agradable y además tiene su interés; no tiene solemnidad, muestra relajo, ostenta
un buen equilibrio. Binoche es una buena actriz y eso se nota, mucho porque
ella es la que sobrelleva casi todo el filme. Los amantes giran a su alrededor,
y salvo un par están poco desarrollados, pero todos dejan siempre alguna idea.
No es tratar de hallar mucha profundidad en ésta película, pero no es una obra
superficial, está bien escenificada y mantiene una dignidad intelectual, aunque
austera.
Definitivamente un Depardieu como vidente y hablando sobre
amores suena gracioso, mientras Binoche se plantea como el alter ego de Claire Denis. Notable
ver que es una película que ha mermado su lado sensual y liberal europeo, por
un quehacer más maduro, aunque sin perder naturalidad y realismo. El filme abre
con Binoche desnuda teniendo sexo, pero luego se prefiere algo menos obvio,
menos europeo; siempre, como se señala en una decepción, en busca de lo
auténtico, pero por encima de lo barato y de cierto promedio.