lunes, 27 de enero de 2025

Inside the Yellow Cocoon Shell


Inside the yellow cocoon shell, del vietnamita Thien An Pham fue el descubrimiento del festival de Cannes del 2023, ganadora de la Caméra d'or, premio a la mejor ópera prima de todo el festival. Es una película donde se busca lo místico, una conexión trascendental, un vínculo con Dios. Algo curioso de ver es que el protagonista entierra a su cuñada en la religión católica, que es una minoría en Vietnam. El relato tiene de protagonista a Thien (Le Phong Vu) quien debe hacerse cargo de su sobrino de 5 años. La madre ha muerto en un accidente de moto, y su marido, el hermano de Thien, hace tiempo se fue sin decir nada, sin aparente motivo. Thien, como toda la modernidad, duda de las religiones, pero sin embargo busca algún tipo de conexión especial con algo superior. El filme de Thien An Pham apuesta por creer y deja algunas señales de su fe en algo más que la vida terrenal. Su protagonista se embarca en un pequeño viaje de búsqueda mística, no abiertamente del todo, porque va como casual, trotando en la vida, dejando que simplemente las cosas, lo cotidiano, vaya sucediendo. El filme se ve natural, como si Thien, el protagonista, no tuviera ningún plan de vida, pero en el camino, a través del metraje veremos que lo encontrará, resuelto sutilmente, puesto que éste filme es bastante suave en su narrativa, pero no obstante no es difícil de comprender. Es una película que también mezcla distintos tiempos y hasta superpone personas en otras. Por el final el estar echado en el agua parece representar 2 cosas al mismo tiempo, el relajarse y detenerse simplemente a respirar y el que puede haber sido el devenir trágico del hermano. Es una trama donde uno debe animarse a vivir, a hallar sentido a nuestras vidas. Thien no está muy anclado a lo material, como se puede ver del mismo Vietnam, o el que muestra el filme, de pequeñas villas en medio de la selva. Se denota una existencia humilde, enfocada en lo rural. Thien viene de Saigón que es una gran ciudad de su país, superpoblada, pero su búsqueda va por las villas donde va a enterrar a su hermana política. En unas ruinas una mujer hace como de fantasma y duda de salir de las sombras e ir a la luz, se le hace complicado, como a muchos. No ha todos se le hace fácil vivir, o empezar de nuevo. Thien sutilmente le reprocha a Dios algunos sucesos, no los comprende, aun cuando en lugar de pensar en un pretexto de escapismo hay que pensar en una razón de superación, de hallarnos a nosotros mismos, hallar un lugar sentimental. Se dice que a veces pensamos buscar a otros, pero en realidad estamos buscándonos a nosotros mismos. Éste puede ser cuidar del niño (como cuando en el río le oye llamarlo). Igual que deja verlo cuando Thien se hace cargo de una pequeña ave que halla en la calle. La composición de ello también es curiosa, de quehacer brevemente desconcertante, cuando de pronto se agacha debajo de la mirada próxima de la cámara con el fondo desenfocado. Pero al levantarse tiene, por lo que ha hecho el inesperado movimiento, a la pequeña cría entre las manos, en forma de nido. La propuesta también maneja secuencias extensas, sin cortes, bastante logradas, muy bien planificadas, donde se continua con habilidad la narrativa, tal está el recorrido hacia el encuentro del excombatiente vietnamita, de la famosa guerra de Vietnam, ya anciano, hablando de sí mismo. Ésta obra tiene momentos en la carretera, circulando montañas, que junto a la neblina señalan vencer el tiempo, aludiendo atravesar lo místico. Así igualmente se percibe hallar un hermoso árbol repleto de mariposas que puede implicar el avistamiento de un milagro o lo sobrenatural. Una anciana le habla a Thien en un pueblito, de manera entendida en el sentido existencial y el viaje interior, o sobre no saber por donde seguir o qué estamos haciendo inconscientemente, pero a la que se le quita solemnidad diciendo que es parte de una locura senil. El filme se balancea entre mostrar algo excepcional-espiritual y no serlo en realidad, como quien no quiere afirmar nada, pero el filme indica que Thien y muchos sí lo necesitan, necesitan creer. En un momento en la gran ciudad, en Saigón, Thien, yace con una prostituta, y suena el celular. Entonces él dice que lo está llamando Dios. Esto explica perfectamente de que trata la película. Thien quiere que Dios le hable de alguna forma. Montón de gente no puede con el vacío existencial, vivir sin trascendencia espiritual que va con lo emocional, aun cuando no son personas necesariamente complicadas, o temerosas, dentro de un retrato de gente clase media, instruida (como el protagonista), pero gente común y corriente. Es de elogiarse además en particular la escena de apertura donde beben los tres amigos, tiene una sólida recreación, repleta de visualidad, donde hay muchos elementos en movimiento, exhibiendo una notable coordinación que expone gran naturalidad. Se aplaude hallar éste buen cine arte en Vietnam, donde el presente muestra un cine propio.