El director de ésta propuesta, Russ Meyer, hacia películas
de segunda categoría, pero la presente película es una súper película, una obra
de arte popular, una obra maestra del entretenimiento. Lo tiene todo como goce mayúsculo.
Ostenta una malvada de antología, Varla (Tura Satana), que mata a puño limpio con
golpes de karate. El filme abre con carreras de auto informales, con tres mujeres
pandilleras de cuerpos esculturales, especialmente de tetas grandes, fisonomía distintiva
del cine de Meyer. Estas tres mujeres se topan con una pareja de novios jóvenes
donde el hombre quiere lucir la velocidad de su auto, su eficacia al volante, y
Varla le hace el alto de la peor manera, al estar dotada de un ego gigantesco y
peligroso. Luego las tres bellas pandilleras terminan en un rancho de un hombre
en silla de ruedas que guarda una cuantiosa fortuna y conocen a sus 2 hijos,
uno es un Hulk gringo de cierto retardo, el otro es un cowboy común, de valores,
aun con este padre. El filme es pura acción, Varla hace todo en sus manos para
no ser acusada de nada y querer llevarse la fortuna escondida. El tipo en silla
de ruedas (Stuart Lancaster) es un sujeto perverso por su lado también, tiene
sed de venganza de matar mujeres, pero se topará con la horma de su zapato en
la temible Varla. El filme es uno de sobrevivencia donde Varla querrá deshacerse
de todo testigo. Faster, Pussycat! Kill! Kill! (1965) tiene el erotismo medido,
cuidado, al servicio del relato. No son necesarios argumentos profundos, solo
es dejarse llevar por su intensidad, por su acción, todo es hacer, más que
pensar, y así es hedonismo puro, la sencillez en estado de gracia.