sábado, 24 de abril de 2021

Kukuli y Viy


Kukuli (1961)

Dirigida por los cuzqueños Luis Figueroa, Eulogio Nishiyama y César Villanueva. Es una película que se basa en un mito folclórico, peruano, la del oso raptor. Es una película que está llena de color, de fiesta, de alegría, incluso se trabaja haciendo fiesta, bebiendo y comiendo. Es una propuesta que le da la vuelta a la imagen de pobreza del campo, de austeridad dolorosa, de explotación. Es un filme que ya tiene presente la colonización y yace la influencia de la iglesia católica fuertemente en ésta historia. Es una obra de belleza cultural, su folclore y nacionalismo es realmente bello y se siente uno orgulloso como peruano. Es un filme que enaltece la cultura andina, aunque ya hay influencia occidental presente. Se rinde culto a los mitos, a lo fantástico, a la tierra, se hacen ofrendas, pero también se reza, se pasea a la Virgen y se alaba al Señor. Cuando hay problemas los indígenas buscan al cura. Se hace un grupo de persecución, tipo linchamiento, muy típico del Ande o lo popular, pero está liderado curiosamente por el cura católico del pueblo. El oso raptor es mito andino, pero también un poquito extranjero al representar el oso raptor al demonio. Vemos a un oso transformado en hombre, hay con él asesinatos, violación, feminicidio. En un momento de baile los hombres se muestran muy sexuales, empiezan a desear a Kukuli, una bella dama andina, interpretada por la hermana del director Luis Figueroa, Judith Figueroa; ella es criolla, pero hace de una muy realista y hermosa mujer del Ande. Su manejo de la belleza me hizo recordar Érase una vez en Anatolia (2011), aunque aquí es lascivia la que se respira, y con ella cierta perversidad de parte de los hombres, cierto primitivismo, cierto salvajismo representado luego con la metamorfosis animal. Pero también el filme presenta en el Ande amor puro, amor verdadero, desde lo llano, cuando Kukuli se une a Alaku, su marido. Hay una escena sensual, pero de cierta inocencia -sobre todo visual-, cuando Kukuli se lava las piernas en el río y es divisada por Alaku quien todo un macho queda prendado de ella, la pide para sí sin rodeos, con seguridad; aunque firme, sin violencia (donde la mujer es un ser dócil, frágil, vulnerable). Luego pasan a cumplir con su deber, Kukuli dejando la ofrenda de su pueblo y familia, y él de sonar las campanas de la iglesia, para celebrar la fiesta religiosa. Esto sin embargo los distrae y los pone en peligro frente al oso raptor. Es una historia que muestra rigidez en su narrativa, como relato, como cuenta la historia, como la filman, muy pegada al mito que adapta, pero las costumbres, el folclore reinante, se observa, se plasma en la cámara, de manera notable, muy fresco y vivo. Sin duda, aunque no una obra maestra, sí una película curiosa a destacar de nuestro séptimo arte. 


Viy (1967)

Basada en un cuento largo o novela corta de Nikolái Gogol. La dirigen Konstantin Ershov y Georgiy Kropachyov. Es un filme realizado por la Unión Soviética, por Mosfilm, famosa productora de la URSS. Como la URSS estaba llena de limitaciones para concebir arte todo lo achacan a que es un mito, una historia de terror, de fantasía, de literatura, para que no existan segundas lecturas ni ejemplos. Es una película que parece algo difícil pero finalmente es básica, pero una buena película. Es la primera película de terror hecha en la Unión Soviética. Muestra a un joven seminarista que le dicen el filósofo que sale de farra en cuanto puede y termina en una granja donde enoja a una bruja que clamará venganza silenciosa, luego de que éste le de una paliza tras un vuelo épico aunque mediante un efecto especial cutre. Se mezclará la belleza de una joven de familia con plata, a la que hay que salvarle el alma, y una vieja bruja. El seminarista, Khoma (Leonid Kuravlyov), de sarcástico apodo, el filósofo, porque está planteado como un personaje de cierto humor, será requerido y obligado constantemente a velar a una bella joven, durante tres días. Quedará encerrado de noche y puesto a rezar. Este es el planteamiento básico del terror, y se pone bueno, porque aparece la bruja cada noche e invoca a demonios -aquí si los efectos especiales se ven decentes-, y acciones de miedo aunque sencillas, pero full simpáticas como arte. Durante los tres días hasta el canto de un gallo, el amanecer, la bruja tratará de matar a Khoma que buscará aguantar y vencerla. Es un filme donde el viaje a carreta con unos viejos pillos hacia el lugar donde tienen una responsabilidad religiosa es harto entretenido y jugoso, con un Khoma, un joven, que quiere evitar madurar, disfrazado de miedo a lo sobrenatural. La película dura 1 hora 17 min., bien jugados.