viernes, 30 de abril de 2021

First cow y On the rocks



First cow

Muchos decían que ésta película debió estar compitiendo en los Oscars 2021, la han puesto bastantes en lo alto de las listas de lo mejor del año pasado, dirige la americana Kelly Reichardt, directora celebrada por la cinefilia hardcore, gestora de cine indie, de un cine sencillo y sensible si se quiere. Su película remite a la amistad entre un cocinero y un chino, micro empresarios informales se diría. Su hazaña y delito robar por la noche leche de la vaca del hombre más poderoso y rico de la región, para hacer panecillos dulces, muy rústicos, pero deliciosos al paladar, generando considerables ventas y alegrías, en medio de un mundo implacable donde el hombre trata de tener éxito a toda costa, hombres afines al sueño de la búsqueda de oro en la zona como principal actividad. La amistad entre Cookie (John Magaro) y King (Orion Lee) es inquebrantable, no solo es hacer dinero sino que los dos por igual triunfen, más allá de simplemente subsistir, de evitar caer derrotados. Son hombres simples, no hombres de fuerza bruta o violentos, son más humildes, pero inteligentes, con su pizca de astucia y trasgresión, rompiendo la imagen de intachables o demasiado buenos; son gente común, noble y con defectos. Lo que se cuenta es sólo una pequeña aventura, nada del otro mundo, pero con alma. 


On the rocks

Sofia Coppola, la directora de ésta propuesta, siempre hace un cine atractivo, aun cuando puede hacer algo ligerito como el presente filme. Éste es sobre la desconfianza que le despierta su marido a una mujer amable, con respecto a la infidelidad y su ausencia constante por trabajo, con asistenta guapa y joven como estado de alerta. La esposa es Laura (Rashida Jones) y el marido es Dean (Marlon Wayans). Dean parece un buen tipo, pero para ocupado, quiere ser un hombre exitoso. Mientras tanto su mujer para atareada cuidando de sus hijos pequeños, enorme trabajo, muy agotador y demandante, dígase de paso. Pero Laura ama además a su marido y siente que éste yace distanciado de ella, aun cuando mantienen una relación cariñosa. En ello entra a tallar el padre de Laura, Felix (el gran Bill Murray), quien es un hombre de mundo, un mujeriego, y un hombre con cierto poder adquisitivo. Felix es un tipo egoísta y aventurero, no ha dudado jamás en perderse detrás de una falda, y lo trasluce en todo momento, se jacta incluso de gran seductor. Esto primero se juzga como normal, la norma en general, pero a medida que pasa el metraje y se dan momentos claves y reflexiones, se deja en claro que Felix no es tan buen tipo y está engañado, cree justificarse -y todos con él- y no es así. Coppola hace ver a Murray, que es super simpático y natural por costumbre cinematográfica, gracioso sin esfuerzo, tranquilo, de aire muy seguro, como tremendo tipo, un superhéroe en un inicio, pero luego llega a ser un personaje antipático y negativo; Coppola lo matiza, le exige como actor y Murray cumple perfectamente, es muy profesional. El presente es un filme con su pequeño humor, es un filme elegante, aunque ligero, y siempre entretenido y atrayente. Wayans hace de un excelente individuo, sencillo; luce carismático, sin presionarse ni buscar lo artificial ni ser el eterno cliché del afroamericano cool. No hay mucha dificultad finalmente en esta propuesta, solo un poco de divertimento y una ñisca de necesaria tensión y otra de misterio. Sofia Coppola tiene oficio, buena mano, y sale airosa con algo hedonista sin que sea una perdida de tiempo; el filme tiene su cuota de sustancia e inteligencia.