martes, 5 de mayo de 2020

El oficial y el espía (J'accuse)

J'acusse (2019) ganó el Gran Premio del Jurado en el festival de Venecia 2019, película de Roman Polanski. Polanski es un excelente director de cine, sin duda, pero anda desestimado de todo tipo de actividad por los movimientos feministas que han tomado tanto peso hoy en día. La presente película es una recreación histórica, pero no una para nada aburrida, cuando suele suceder muy a menudo. Polanski es un maestro poniéndole gran ritmo y entretenimiento a su filme, sin perder la seriedad y el interés del tema, la acusación falsa militar, judicial y política de una época, a razón del antisemitismo reinante en Europa. Al militar Alfred Dreyfus (Louis Garrel) se le acusa injustamente de traidor y se le degrada del ejército humillándolo públicamente y se le manda a una prisión en una isla, a la isla del diablo en la Guayana Francesa. El panorama es deprimente y horrible para éste hombre, pero Polanski nos muestra a alguien de espíritu fuerte, no lo vemos mucho en pantalla, pero supone no baja la guardia, representado en el hermano que busca su inocencia y en los directores de periódicos y a Émile Zola que lo apoyan, por medio de un oficial intachable, sumamente honesto y valiente que interpreta el talentoso Jean Dujardin, que no cabe duda es un estupendo actor viendo su actuación presente. Dujardin es el coronel Georges Picquart, quien ingresado a los servicios secretos franceses descubre que Dreyfus no es ningún traidor, que se han puesto hasta pistas falsas, e inclusive sabe quien es el verdadero traidor. El antiguo jefe del despacho llega hasta señalar a varios traidores, y a ningún judío. El sarcasmo del antiguo jefe habla de una persecusión de antisemitismo, de buscar culpar a alguien para agrupar a todos sus semejantes y desestimarlos, generar rechazo colectivo. Éste rechazo queda muy bien dibujado por Polanski desde la degradación pública de Dreyfus, tan llena de emociones, hasta los gritos en el juicio de la gente hacia todos su defensores. Vemos también la quema de libros pertenecientes a Zola, quien en 1898 publicó en el diario L'Aurore una defensa para Dreyfus, acusando a varios militares, investigadores judiciales y cómplices con el título de J'acusse. Esto generó un fuerte rechazo hacia los defensores del capitán Dreyfus, estaba bien arraigado el antisemitismo y el apoyo de los militares franceses por el pueblo era fuerte, cosa que inteligentemente vemos como Polanski retrata. También es notable como argumenta Picquart su responsabilidad con la verdad, por encima del amor y respeto que le tiene al ejército. No solo es esto, toda la investigación y los descubrimientos del verdadero traidor y la inocencia de Dreyfus es sumamente notable, explicado de manera muy clara y con potencia y hedonismo, durante más de una hora, para pasar a la ahora persecusión de Picquart por los mandos militares que consideran que los desacredita y quieren librarse de él. La investigación del caso Dreyfus pudo ser complicada de entender, pero Polanski mostrando mucha destreza lo deja todo bastante claro. Es un filme que por el final notoriamente apura el paso, simplifica una etapa, donde Dreyfus aun sufre castigo, y hay muerte y prisión como contraataque hacia la defensa, pero, aunque se hace extrañar una hora más de metraje más o menos, Polanski ya nos ha entregado un gran filme, de poco más de 2 horas.