viernes, 12 de abril de 2024
Dream scenario
Ésta película del noruego Kristoffer Borgli producida por Ari Aster es una película peculiar pero que juega justo, deja rastros en pantalla para que la comprendas, incluso de manera notoria. La idea central suena original e interesante, un catedrático, Paul Matthews (Nicolas Cage que ya tiene bastantes películas curiosas y destacadas en su haber y no es poco decir), un día empieza a aparecer sin mayor motivo en los sueños de la gente. Todos se extrañan de que él simplemente esté ahí paseando o mirando sin actuar en el devenir del sueño. Es entonces que se vuelve popular, ésta celebridad vacía lo beneficia. Es una clara lectura de nuestros tiempos, ser popular o conocido sin mayores motivos dirían muchos. No obstante Paul Matthews quiere escribir un libro científico, intelectual, de su propia autoría, es decir, tiene ideas propias, pero a nadie le importan, no es vendedor, es por eso que se le asume como un perdedor, no es rentable, no produce dinero, no produce atención, pero esa popularidad gratuita de los sueños se la proporciona y es donde lo llama una empresa exitosa que vende cosas atípicas o freaks, apuesta por personajes que tan solo sean fuera de lo común, que de alguna manera rompan el molde y tengan una buena historia a cuestas. Quieren aprovechar su popularidad. No importa que no se sostenga de mucho. Matthews no es tan oportunista, pero tampoco es bobo y acepta trabajar con dicha empresa. De pronto surge un giro, alguien quiere hacer realidad un sueño dicho literalmente, algo onírico, y termina en una broma gruesa, pero de la que ciertamente te ríes. Lo que viene después es la cultura de la cancelación y todo lo desagradable que puede ser padecerla, para el caso igualmente gratuita, capaz de destruir todo tipo de relaciones humanas producto de que la gente no te quiere y te tacha, aunque incluso los amigos no pueden soportar el poder de la simulación o dígase lo virtual. En esto entra a tallar el terror, la remembranza de Freddy Krueger, que literalmente se usa varias veces en pantalla. Es un filme claro en realidad que juega con una premisa curiosa. También se menciona qué interesante sería poder meterse en los sueños ajenos. Hay una escena estupenda donde se homenajea la creatividad de David Byrne, que así mismo se anticipa. Más que argumentar del filme, es bastante entretenido de ver, hay muy buen manejo de su premisa general, siendo muy audaz con el misterio, como si pusiéramos algo extraño en la humanidad y simplemente tratáramos de vivir con ello. Éste es un filme extravagante, entretenido, con terror y comedia, y un buen uso de nuestra cotidianidad frente a una rareza que hace abierta metáfora de las redes sociales y lo mediático. La relación con la esposa que hace Julianne Nicholson es bastante sustancial, produce muchos grandes momentos, está muy bien aprovechado, puesto que es muy importante en la vida de éste hombre ordinario que hace el gran Nicholas Cage en otra de sus memorables actuaciones.