viernes, 19 de agosto de 2022

The last movie stars

Éste trabajo documental de 6 horas, dividido en 6 partes, dirigido por el actor Ethan Hawke, es una obra magistral. Nos muestra la vida íntima y la carrera cinematográfica de los famosos actores y matrimonio de 50 años, Paul Newman y Joanne Woodward. Newman intentó en vida hacer un diario completo y biografía conjunta de él y su esposa por lo que mandó a entrevistar a todos sus allegados, familiares, amigos, incluso a su ex esposa y primera esposa. Con éste proyecto se grabó montón de información. Todos estos casetes luego el mismo Newman los destruyó cansado quizá de sí mismo, pero quedaron todas las transcripciones de los testimonios que hiciera un especialista. Hawke agrega muchas entrevistas en medios de comunicación de los directores de cine que trabajaron con Newman y Woodward, que llegaron a cimentar amistad con ellos. Para leer las trascripciones de las entrevistas Hawke hizo uso de sus amigos y todos ellos son actores renombrados, que toman la voz de alguien alrededor de la vida de ésta pareja de icónicos actores. Así mismo hacen de las voces de ellos, como George Clooney de Paul Newman y Laura Linney de Joanne Woodward. Hawke ha hecho tremenda gloriosa edición y dirección, le ha puesto a cada episodio sentimiento. En un momento la joven actriz Zoe Kazan le hace una muy buena pregunta a Hawke. El director del filme habla con sus amigos también en pantalla, de manera sencilla, analizando lo que ven o han visto de la pareja protagonista, o de alguna cercanía directa con Newman-Woodward, que también existe (como algunos que fueron sus alumnos o, aun siendo de diferentes generaciones, trabajaron juntos). La pregunta es, ¿qué reflexión sacas de lo que ves? Ésta aparente simple pregunta esconde mucho más, no solo se dirige a Ethan Hawke como actor, que sería lo más obvio y lógico, sino que toda la vida de Newman y Woodward es una lección existencial para quienes observamos el documental, que está cargado de referencias, introspección y empatía para el espectador y cualquier persona, se habla del matrimonio, de los hijos, de crecer, de fallar, de querer tener éxito (en lo que sea), de no perder quien uno es, de no agotarnos y de siempre motivarnos (sobre todo ellos que debían mantener la sanidad mental frente al existir extraordinario), de nuestras luchas, de nuestras frustraciones, de nuestros miedos íntimos, de nuestras carencias, etc. Newman tenía una imagen de hombre con suerte, como él mismo menciona y hace lema personal (La suerte es un arte), como ser caucásico y un hombre guapo, muy atractivo para todo el mundo, pero interiormente, en su cabeza, él no se sentía así, estaba lleno de inseguridades, y siempre luchó por vencerlas todas, porque siempre luchó por triunfar en la vida y trascender, ser más que un adorno o pasar por el mundo simplemente y eso se asume no solo por ser una celebridad sino por vivir al máximo. Lo que marcó a ésta pareja fue su convicción en cualquier cosa que realizaron, no había imposibles para ellos. También mostraron personalidad, lucharon por defender sus ideas. Newman se opuso a la guerra de Vietnam, enfrentó gobiernos, apoyó candidatos, defendió luchas sociales y propicio calidad de vida en la enfermedad de gente común y necesitada, y se ganó mucho rechazo algunas veces, pero nunca desistió de ser él mismo. Se convirtió en un hombre político y esto –medio en elipsis en el filme- lo llevó a ser un poco tachado en Hollywood, y sin embargo siempre halló una salida, porque era un hombre de acciones, de luchar siempre por salir adelante y triunfar, era un ganador porque salía con soluciones bajo la manga, enfrentaba las situaciones. Hizo películas muy políticas, que le sonaron a WTF a muchos. También se tomó la fama y la popularidad con relajo, hizo películas cómicas y que lo mostraban muy despreocupado de su posición de estrella o actor serio. Vemos en el documental como empezaron, hasta el final de sus carreras. Presenciamos como Woodward halló la celebración temprana, ganó el Oscar por Las tres caras de Eva (1957), con una actuación original para entonces, nunca antes vista, sobre una mujer con múltiples personalidades, fue un hito consolidar un personaje así, Woodward se las ingenió para construir algo único y especial. Se habla mucho de lo que es ser actor, es una lección de cómo concebir ésta arte más allá de los obvio, del simple acto de la memorización y fabulación. Vincent D’Onofrio, uno de los amigos invitados por Hawke, lo deja en claro desde lo práctico, sin dilaciones, de manera fácil para él en pantalla (sorprendiendo), mostrando que es buscar la emoción dentro de uno, la verdad o el realismo, y desde ahí luego leer el guion asignado. Todas las películas de Newman y Woodward tenían parte intima de ellos, de quienes son y que han vivido, era una fusión increíble, entre arte y existencia, se trataba de ponerle alma al cine, incluso esto pasaba con películas icónicas, pertenecientes a todos, al patrimonio mundial. En cada episodio vemos un grupo de películas de ambos actores protagonistas, se estudian con entrevistas y aportes de los amigos y los propios implicados directos en sus vidas o familiares y salen respuestas muy inteligentes, que no solo se quedan en la superficie; igualmente sucede cuando escuchamos las trascripciones de los pensamientos y análisis o declaraciones de Newman o Woodward, es como oír manifestarse a maestros Zen o budistas de la vida cotidiana, hablan de una manera impresionante en sabiduría. Se expresan sobre cosas muy personales y también de ser actor o trabajar en el cine y de cómo esto se transporta a cualquier profesión y deseo de éxito. Newman también participó del cine independiente, fue director de cine, nunca se conformó con simplemente obedecer, fue un tipo que reto al mundo, sin tampoco darle la contra gratuitamente, fue muy coherente y sabio siempre, aun cuando se ganó enemistades y remó contra la corriente. Pero también fue muy popular, fue una estrella, cumplió con Hollywood, lo hizo más grande. Aunque Newman se sentía internamente menos talentoso de lo que le señalaban llegó al estatus del legendario y admirado Marlon Brando, logró consolidarse como uno de los mejores, cuando a su esposa, a Joanne, le venía más natural el talento. Woodward sacrificó en parte su carrera por cuidar 6 hijos, 3 de Newman de un anterior matrimonio y 3 suyos. Luego vemos que Woodward asume su papel de madre por completo sin renegar ante perder un poco su carrera, y cambia su filosofía, madura, acepta, crece como ser humano. Newman y Woodward trabajaron en 16 películas juntos. Newman cuando su esposa se “estancó” –por ser madre- la dirigió, y Woodward, súper talentosa, dio la talla. En realidad, nunca se estancaron, como es natural lucharon por ser grandes y siempre hallaron soluciones, salidas. Es muy fuerte el sentimiento de matrimonio entre ellos, algo curioso y donde prima su personalidad, porque en EEUU y en Europa suelen ser ligeros con los matrimonios, con el sentido de amar; no solo es guiarse por una emoción pasajera, sino es todo un trabajo, comprometerse con todo el paquete, y no necesariamente uno tiene que ser idéntico al otro, como se dice directamente. Tuvieron tiempos muy difíciles, pero como se expresa, al final, superarlos, fue su gloria; resistir y avanzar, seguir juntos. Ethan Hawke le pone su impronta al documental, pone su granito de arena de sí mismo dentro de la convivencia con estos íconos, hay parte de su personalidad, se siente verdadera admiración y lo demuestra auténtico dentro del filme, incluso con imágenes del pasado donde está presente, hay una cierta relación e identificación más allá de lo obvio. Cuando Hawke sale en pantalla trasmite sencillez, muestra que es alguien culto, pero desde alguien de trato llano. Newman tenía defectos y el filme los deja ver todos mediante mucho tacto; muestra, pero con respeto. Participa toda la familia de Newman, sus hijos ya grandes, que hablan bien de él, porque efectivamente fue un buen padre, aunque no perfecto. Uno de sus defectos fue trasmitir cierto riesgo en la vida, cierta expresión que su único hijo varón asumió como autodestrucción. Es un filme lleno de vida, poderoso, lleno de cosas valiosas, para reflexionar, y al mismo tiempo sirve para conocer ambas filmografías que están llena de películas interesantes, curiosas, dentro de lo ecléctico; algunas de ellas hasta son hitos del séptimo arte como Hud (1963) o Las tres caras de Eva, o hasta hay películas raras, como se dice, como las de Newman con Robert Altman.