domingo, 21 de noviembre de 2021

7 Semana del cine: De todas las cosas que se han de saber


Ésta película peruana, película documental, de Sofía Velázquez, se presentó en la 7ma semana del cine de la Universidad de Lima que acaba de terminar hace unas horas, y es la única representante peruana en el actual festival de cine de Mar del Plata que va hasta el 28 de noviembre. Se encuentra en la competencia latinoamericana. Es una película austera en imágenes con historias sencillas pero que esconde bastantes ideas y creatividad. Es una obra en homenaje al poeta peruano máximo César Vallejo, grabada en su ciudad de nacimiento, Santiago de Chuco, La Libertad, con gente de éste lugar. La gente es humilde, como vendedores de la calle o un joven músico como guía en particular. La curiosidad del filme viene con las ideas debajo que dan profundidad a la austeridad visual. Tenemos representaciones de los poemas e historias que escribiera nuestro vate mayor, expuestos como si fueran historias reales del documental que observamos, interpretadas al parecer por aspirantes a actores de teatro, actores noveles o gente común no profesional con ésta aspiración. Por un momento nos engañan, pero pronto se nota que están interpretando la obra de Vallejo, como pasa en particular con el músico joven. Puede que lo real y la ficción estén mezclados. El filme parece tomar de base un filme como Mysterious Object at Noon (2000), debut de Apichatpong Weerasethakul y su mejor película, aunque poco conocida. El filme de Sofía también presta entrevistas hablando siempre de Vallejo y su obra, no solo cierta espontaneidad e historias, como en la obra de Apichatpong. Se busca trabajar con el arte (la literatura) y lo real (de las historias de Vallejo), como con el viejo que toca el campanario, ambas se retroalimentan. En el filme a un punto se trata de romper el límite entre lo imaginario y la vida misma. Ésta propuesta maneja un fuerte peruanismo, un lado muy autóctono, mezclado con nuestro criollismo y con una figura que todos aman y respetan, un verdadero artista, y una figura que enorgullece, como lo muestran los pobladores de Santiago de Chuco. Se percibe autenticidad en trabajar con una figura verdaderamente nacional. Puede que el filme peque a ratos de una aparente simplicidad, pero es el ingenio, lo que va detrás, cómo se trabaja de distintas maneras la obra de un personaje mítico lo que agiganta todo, aun tomando la idea de Apichatpong, un director que ha enaltecido a su país con su propio lenguaje, folclore, imaginario, mística e historias. Es una buena fuente o magma de inspiración, con un filme que ha sabido despegar por su parte y hacer algo atractivo y curioso a partes iguales.