Lo mejor del documental de Kirsten Johnson es que conmueve bastante, trasmite mucho amor por el padre de 86 años que la directora siente está cerca de la muerte por lo que se prepara de alguna forma para ese trance tan difícil, al mismo tiempo que propone vivir con intensidad tenerlo aún con vida, como quien pretende vencer a la muerte, por lo menos por un tiempo más, por un par de años. El filme tiene de base mostrarnos escenas de accidentes donde muere Dick Johnson, el padre de Kirsten, exhibiendo sentido del humor aunque negro, pero esto aunque es algo vistoso y original si se quiere no es tan interesante a fin de cuentas. El filme en realidad propone ver cómo es la vida con el padre cerca de la muerte producto de que empieza a sufrir de la memoria y poco a poco va dependiendo más de la hija. Dick es un hombre simpático, cae bien inmediatamente, luce muy tranquilo y ligero, también se le observa sensible e inteligente en muchas oportunidades, fue psiquiatra y se ve su capacidad para tener empatía con la gente. Es un filme sobre la cotidianidad de la edad avanzada, aunque Dick es un hombre un poco ágil, no es que sea un viejito de pocos movimientos, tiene hasta sus ocurrencias
light. Los ancianos suelen no tener filtros al hablar, lo que puede molestar, pero en el caso de Dick él es un hombre muy medido, muy tranquilo, muy pensante, tiene respuestas notables. Dick llora con cierta facilidad (si se le empuja un poco), pero nunca cae pesado ni agota. No obstante el filme sí se percibe un poco manipulador, pero no son muchos momentos de ésta índole. En un momento en buena parte propiciado, pero emotivo e íntimo y sincero de parte de Dick, se deja la cámara correr "discretamente", pero Dick que es mosca (inteligente) a pesar de ser tranquilo, no busca fastidiar, le dice a su hija que le da permiso para exhibir el momento. En este sentido Dick es abierto a mostrarse tal cual, a mostrar su sensibilidad; gusta del cine también, aunque el documental es algo que menos afinidad tiene como público, cómo llega a comentar, aludiendo más que incomodidad a su sencillez como espectador. El presente documental tiene algunos momentos simplones, pero a su vez también memorables, uno de los más memorables es cuando se organiza la misa por la muerte del protagonista. La propuesta funciona mejor cuando se enfoca en la vida, en vivir, que en la proximidad de la muerte, cosa que empieza a tomar forma por el final, así el filme se pone a mostrarse en pro de la felicidad de existir, aun en la vejez y en su ocaso, como sale de la personalidad de Dick, aun pudiendo sonar algo a mensaje de autoayuda, pero de esta manera la película se pone mejor, se vuelve curiosamente más original, notando que este filme en conjunto contiene creatividad, no es el típico documental de estos temas. La muerte sucederá, pero esto queda relegado de cierta manera a vivir el presente, a elogiar el existir, a ser positivo a pesar de la racionalidad de los hechos, aun con problemas de memoria y cosas de la vejez, que aun no se ven tan duros -no obstante duelen, como ir perdiendo la independencia-, que están en una etapa manejable todavía, aunque Kirsten y su padre ya están preparándose para lo que vendrá, a razón también de cómo fue con su madre. El filme por el final da un cierto vuelco ideológico y enaltece un sentir de felicidad por encima de la sombra de la muerte, de aprovechar la presencia de Dick en la familia, de aprovechar la gran amistad y amor que une a padre e hija hoy en día -y que viene de siempre-, aun cuando Dick se nota muy dócil, y es de perfil bajo, o en realidad quizá gracias a esto. Dick come con gran alegría, con tremendo goce, en medio de sonrisas, helados y dulces, algo tan sencillo da a pensar en la felicidad de existir, éste positivismo medio inquebrantable y valiente que yace por encima de quedar desorientado en una habitación resuena como un filme más virtuoso que ese otro miedo expuesto aunque con brevedad de quedar abandonado u olvidado. Desde luego, Kirsten ama a su padre y este es otro caso, ese vínculo se ve fuerte en pantalla y aporta muchos momentos valiosos -con una Kirsten fuerte-, es una historia de amor que cala.