Un muchacho de 17 años vive con sus padres un verano en el
norte de Italia en 1983, su nombre es Elio (Timothée Chalamet). Su padre, un estudioso
de la arqueología griega, trae consigo un asistente llamado Oliver (Armie Hammer).
Elio vivirá su primer amor con Oliver, en ésta historia romántica gay.
El filme será primero la indiferencia de Oliver por buen
tiempo para pasar a la seducción de los diálogos y acercamientos sutiles y
terminará como un idilio perfecto para ambos. En un inicio el filme los
pretende muy cultos, y esto le quita gracia al producto, suenan disforzados y
engreídos, aunque la elegancia sea también una virtud del filme, cuando estamos
acostumbrados a figuras más pedestres en éste ambiente.
El filme va progresivo, se toma su tiempo en generar la
atracción abierta, que cuando llega los vuelve a ambos tal cual unos niños
felices. Esa naturalidad para la interrelación es parte importante del filme,
se trabaja mucho con la cotidianidad de la vida intelectual y placentera. En Call
Me by Your Name (2017) hay cierta discreción, pero no hay polémica ni lamentos,
que no sea un corazón roto. El filme son unas vacaciones paradisiacas, leer
libros, escuchar música, nadar en un río, hacer deportes playeros, tomar,
bailar, conversar, tener mucho tiempo libre.
Elio también tiene una relación heterosexual, con la guapa y
encantadora Marzia (Esther Garrel), que es muy dulce y desnuda escultural. Las
escenas de sexo centrales son cuidadas, pero consistentes, no es ser vulgar, tampoco
carecer de autenticidad. Hay mucho juego entre ellos, el filme se divide en
tres etapas, acercamiento y distancia, compenetración y pasión, y despedida, en
esto último el filme busca ser poético. A lo que se agrega un contundente y
franco monólogo de parte del padre de Elio, interpretado por Michael Stuhlbarg.
Venía sonando irreal, se oía demasiado permisivo, hasta que el padre hace una
confesión y todo toma forma y credibilidad. Como dice un diálogo, la situación
de Elio es la perfecta para él.
El filme no es en nada la típica película de tortura gay, de
homofobia, y de superación, sino es una celebración de ésta opción sexual, casi
como en un mundo alternativo donde es tratada la relación de manera idéntica,
libre y satisfactoria, como cualquiera heterosexual. Elio más bien hará recurso
de su personalidad, que la tiene definida, aparte de ser muy inteligente, para
conquistar a Oliver, quien por ser algo mayor tiene más reparos y marca
distancia.
Donde es más débil -adrede y necesario- Elio es en su
sensibilidad, en pasar por su primer amor, porque no tiene dudas sexuales y es
hasta audaz con ambos sexos, pero aún está descubriendo el mundo y eso
engrandece el filme. Así compensa el ser un chico con tantas habilidades
intelectuales que lo puedan convertir en algo fantasioso, demasiado idealista,
por eso cuando estos dos amantes dejan tanta mención sabia y pasan a
simplemente juguetear, emborracharse y tontear el filme toma más fuerza y
realidad.
Call Me by Your Name es un retrato delicado, del italiano Luca
Guadagnino, basado en la novela de título homónimo del 2007 de André Aciman. No
es un filme agresivo, pornográfico y vulgar como otras muestras contemporáneas de
temática gay como La noche (2016) y El desconocido del lago (2013), más bien es
mucho más universal y creativo, una clara imagen natural de la homosexualidad
hacia lo romántico y esencial.