James Franco logró sobresalir, tener éxito, hacerse un lugar
importante en el cine de Hollywood, luego decidió convertirse al cine marginal,
a un tipo de cine independiente, sin abandonar del todo el cine más comercial, y
no era tan interesante a decir verdad, pero ha seguido trabajando con un temple
de acero, y finalmente su esfuerzo ha rendido fruto. Ha hecho una gran
película, sin perder su estilo outsider, ha conseguido una voz contundente.
The disaster artist (2017) es la historia de la relación entre
dos mejores amigos, Greg Sestero (Dave
Franco) y Tommy Wiseau (James Franco). James Franco en cierta forma parece
identificarse con Wiseau, el querer tanto que escuchen nuestra voz, visión y
ser reconocidos, lo mismo que el lado outsider de James Franco, aunque Wiseau
lo hace de una manera muy diferente al común denominador. Wiseau y Sestero son
actores muy malos, sin talento, pero tienen el sueño de ser actores celebrados
y deciden hacer una película, The Room (2003), una película que ha sido
considerada de las más malas que se han hecho, pero que logró convertirse en
una obra de culto, una película que quien la ve por más mala que es le divierte,
se hace querer, como en la película de Franco, que la gente se mata de la risa viéndola,
y aunque no fue esa la intención de Wiseau que la ve seria y profundamente ésta
provoca amor.
La película que dirige y en la que actúa James Franco es la
historia del backstage de The Room, es como ante la frustración de no poder
despegar en sus carreras actorales Sestero y Wiseau hacen su propia película de
aceptación, ponen en circulación el sueño de sus vidas. En todo esto primero
hay un lado perdedor en Wiseau, un tipo misterioso y con mucho dinero, pero extravagante
y naif, que salta a poner en acción su meta, un tipo de triunfo frente a las adversidades,
un poner en práctica nuestra voluntad contra todo pronóstico, es la lucha de la
voluntad y hacer lo que dicen que no podemos hacer, es un canto optimista para
cualquiera, vencer la realidad. Luego Wiseau, un tipo raro, distinto, tiene
choques, muestra un lado poco simpático, pero eso lo hace muy humano, complejo
y transparente, James Franco construye un tipo de verdad. Sestero en cambio es
como lo apoda Wiseau, un rostro de bebé, un niño bonito, aunque alguien sin
talento. No tiene aparentemente puntos flacos, pero es Wiseau quien pone en
marcha su sueño e independencia.
Una curiosidad del filme es que Dave Franco no tiene el tipo
físico del verdadero Greg Sestero que tiene tipo de modelo, pero es un buen
actor. Esto no es una regla, pero el mundo es así de impredecible. Dave Franco,
el hermano de James Franco, hace de un Greg Sestero muy amable y buena persona,
el filme se basa en el libro de Sestero y en una inquebrantable amistad y entrañable
complicidad que dura hasta hoy en día. Lo curioso además del filme es que en
The Room el personaje de sestero es un traidor. Wiseau es un tipo raro, pero
muy interesante, le sobra la personalidad. Todas sus locuras están de lleno en su
película, como querer enseñar el trasero en escenas sexuales, o en mostrar a un
héroe al que el mundo –reflejado en su novia- le paga mal, y termina
poéticamente tras un momento violento desesperado.
The Room es un filme realmente entretenido y muy americano,
también muy imperfecto, porque Wiseau ve el mundo de manera distinta, su
personalidad es diferente a la mayoría, y eso lo plasma con espontaneidad y
fuerza en su filme, lo que rescata James Franco y hace de The disaster artist un
filme que brilla por su nobleza y autenticidad. Wiseau impone en The Room su
condición humana, y todo ello está impreso e identificado en The disaster artist.
The disaster artist tiene una comedia que da risa, su banda
sonora también tiene gracia y propone intensidad en su momento. La
relación central de esta película además es muy poderosa. Wiseau y Sestero son
un gran dúo que sueñan con ser James Dean. A Sestero lo inspira Home Alone (1990),
así las bromas van saltando y ganándonos, y el relajo y el conflicto atrayendo
la atención. Es el trance de perdedor a triunfador con algo muy propio, con
nuestra mayor honestidad, y esto les paga, aunque no sea el camino típico. Y
eso es el filme de James Franco y The Room, el triunfo del outsider, del que le
dijeron que no podía y lo hizo.