jueves, 21 de noviembre de 2024

Subject: Filmmaking


Éste es un documental bastante cálido, sencillo y está (así) bien hecho. Se basa en que el co-director de la presente película, el alemán Edgar Reitz, ahora de 90 años de edad, en 1968 trabajó un proyecto por entonces experimental en su natal Alemania. Quería que se dieran clases de cómo hacer/pensar cine como parte de la formación educativa de su país. Todo lo que vemos, incluido bastante material visto hoy como de archivo, el mismo documental de 1968, se puede corroborar fácilmente en la actualidad, todo lo que se muestra hablaron por entonces. Pero como todo lo que luego se acepta masivamente, hay que pelear por hacerle un lugar. Lo valioso nuevo por más contradictorio que suene -o quizá no tanto, porque lo bueno, te cuesta- tiene que luchar por ganarse el espacio dentro de lo establecido socialmente, popularmente. El documental de 1968 de Reitz es el resumen de éstas clases de cine, éstas clases piloto, con lo que él quería se hicieran películas que llevaran un estilo analítico, creativo, libre, horizontal, buscando el encuentro y desarrollo de una comunidad o colectividad, de un quehacer comunitario amable y despierto, desde cada propia voz. Buscaba dar herramientas. Que lo vieran accesible. Por ello trabaja con los alumnos, que fueron chicas de 13 y 14 años, el cómo hacer y pensar el séptimo arte, un cine de ideas, un cine de autor, no principalmente de entretenimiento, sino aunque podía ser sencillo, que sea intelectual, palabra tan temida y despreciada por muchos, como si pensar no fuera accesible a la humanidad. Lo que vemos en Subject: Filmmaking (2024) es el reencuentro (tras 55 años) de las alumnas de esas clases de cine que impartió el propio Edgar Reitz a los 35, consumado cineasta, pero mayormente de cine experimental por lo que a las mayorías no les parecerá familiar su nombre. No es un cineasta popular, pero sí respetado por los entendidos de cine. Uno podría pensar que la elección del cine que hizo éste director alemán -sumando su hiperbólica trilogía de Heimat- lo ha dejado medio desprivilegiado colectivamente, más allá de que ha tenido éxito en su campo y en sus ambiciones, pero lo que prevalece en él es que deja ver que ansiaba una vocación intelectual en su arte, ver el cine como una herramienta para pensar y que esa herramienta no sea ajena para muchos. Igual, hacer (buen) cine nunca es fácil. Pero su deseo parece auténtico en cuanto vemos qué tipo de clases impartió o pretendió en su documental de 1968. No se especifica el tiempo de las clases que se dieron, pero se deja intuir que fueron muy por debajo del tiempo que se anhelaba como parte de la currícula escolar, de 1 año siquiera. No obstante de éste experimento en particular salió algo interesante, que produjo conversaciones inteligentes con las alumnas, dentro de la edad y la sencillez del grupo. Fueron ellas casi 30, y lograron concebir cada una un cortometraje, conteniendo decente formalismo. Se produjo variedad de tipos de película que oímos especificar y hasta repasar ahora. El otro codirector, Jörg Adolph, filma el reencuentro, se mantiene tras bambalinas. Oímos gente ya mayor, marcada por aquella experiencia, algo que manifiestan de muy especial, aun cuando no se oye que pudieron desarrollarse en ésta profesión. Las voces del presente se escuchan nostálgicas, pero contentas. No se percibe proclividad a la frustración, como anunciaba un padre de familia en 1968, sino algo que valorar/valoraron por siempre. Tratamos con un canto de humildad. Puede leerse actualmente de algo muy normal lo que vivieron y conversaron, pero por entonces tenía de visionario. Es una propuesta que no plantea ninguna grandilocuencia, se percibe como una obra bastante austera, sin ninguna dificultad para el público, llevadera, incluso estéticamente, profesional, un reencuentro amistoso más sencillo de lo que uno pensaría de haber formado parte de una película sobre una clase experimental, pero suficiente como para celebrar algo distintivo, algo que recordar y comunicar, de lo que se percibe en todas ellas, felicidad.