martes, 7 de septiembre de 2021

5 Muta: Mutaciones (((Audio))) Visuales


El Festival peruano Muta presenta la curaduría de éste trabajo entre 10 cortometrajistas y 8 especialistas en sonido, con la guía de Tete Leguia que ha proporcionado una lista de reproducción a 7 especialistas en música -más él- para que la manipulen y creen un sonido propio, personal, original. Después se ha juntado uno de estos sonidos con imágenes que han entregado uno o dos cortometrajistas interpretando el sonido, en el que es un trabajo peruano de cine experimental. De los 8 cortos terminados recojo 5 que son los que creo son los más valiosos. Repetición traslucida es el corto de Felipe Esparza, con sonido de Michael Magán. Dura 6 min. 12. Con sonidos que hacen pensar en Terminator (1984) y la Masacre de Texas (1974) y gotas de agua que hacen temblar logran hacer de la película Mary Poppins (1964) un lugar siniestro, con los bailarines llenos de hollín y vestidos de negro bailando sobre azoteas creando otro feeling, algo misterioso. Vemos el sentir del ser humano vuelto un autómata con fábricas e industrias. Una niña tiembla fusionada observando la mítica salida de la fábrica Lumiere, de 1985. Incluso Walt Disney y su laborioso trabajo se prestan para pensar en el libro 1984, que termina con un Mickey Mouse gigante viejo, sucio y abandonado. Enterrar la cara es el corto de Verónica Luyo y Álvaro Icaza, con sonido de Karen Chalco. Dura 7 min. 51. Éste es un poderoso corto de terror. Tiene una gran fusión entre sonido e imagen. Es como si pasáramos de cerca por la piel de un elefante, con la sensación de estar muy cerca de tierra, para hallar descubrimientos extraños en ese recorrido próximo, con sonidos siniestros de fondo. Se percibe, con el sonido, similar al jadeo de un animal salvaje, hambriento, peligroso. Éste acompañamiento nos transporta hacia pinturas viejas, raras, lúgubres. Pasamos la mirada luego por unas brasas que nos llevan a pensar en el infierno. Más tarde vemos destellos de luz en la oscuridad y pensamos en la estética de La bruja de Blair (1999). Los Cazadores es el corto de Paola Vela, con sonido del mismo Tete Leguia. Dura 7 min. Éste es un corto sencillo, pero bastante bueno. Las imágenes pertenecen a un archivo que muestra a la aristocracia alemana cazando faisanes en los 50s. Son imágenes en super 8. La música de Tete hace pensar en insectos y en extraterrestres. Todo lo que por lo general sería muy normal se percibe extraño, misterioso, intimidante, como si algo nos fuera a sorprender en cualquier momento. No obstante ésta normalidad de solo las imágenes es relativa, ver niños muy cerca de la muerte, aunque se trate de aves, resulta un poco particular. La diversión en el fondo versa sobre la muerte, lo cual deja la percepción de estar haciendo algo incorrecto permitido por el poder, aunque sea legal, propio también de un territorio íntimo. El corto de 3 min. 51, sin título, de Cristina Kompanichenko y Rodolfo Rueda no se siente tan fusionado con el sonido, sonido que pasa medio desapercibido. Éste corto en una primera parte alude demencia, con caras deformes, sobrepuestas, mientras en la segunda parte se exhibe criminalidad y sexualidad. Éste corto por momentos parece propio de una instalación de video. Recuerda Asesinos por naturaleza (1994) de Oliver Stone. A Love song es el corto de Maricé Castañeda, con sonido que puede o no estar incluido y no hacer mucha diferencia. Dura 4 min. 7. Éste corto luce interesante y algo trasgresor; recurre a escenas sexuales pero que no se ven con claridad. Tiene también la rareza de hacer pensar en el apocalipsis cuando vemos imágenes de fecundación, de óvulos, células, al estar amalgamado con planetas e imágenes reales de la NASA.