domingo, 19 de septiembre de 2021
2 Lima Alterna: Mix de cortos
De tres secciones diferentes, de la competencia internacional de cortos, de la competencia peruana y del denominado panorama peruano he visto varios cortos. Recojo 10 que me han parecido los más valiosos, en distinta medida. El mejor de los 10 ha sido Live Forever, del sueco Gustav Egerstedt, y dura apenas 3 minutos. Es un musical homenaje a los muertos secundarios en las películas de terror, con 6 obras representativas del género, exorcismos, muertos vivientes, brujas en bosques, mutilaciones forzadas, slasher y terror japonés pasan por pantalla, con perfecta recreación, sentido del humor y prodigiosas escenas gore, todo un deleite, como para verlo varias veces. Dos más de terror, aunque menores, Dar Dar, del español Paul Urkijo, y Las sombras, del argentino Paulo Pécora. Dar Dar tiene grandes efectos especiales, sobre una leyenda vasca, sobre un monstruo comededos, pero el continuo e impenitente abuso a una niña hace que no sea todo lo genial que se pueda pensar, falta aire y también más historia. Pero visualmente, la recreación estética, es de primera. Las sombras recuerda un poco al cine austero de Raúl Perrone, que también está incluido en el festival. Éste filme no es grandioso, pero tiene su gracia. Va de una adivina que sufre de alteraciones mentales por su labor y termina como una zombie. Dummy, del lituano Laurynas Bareisa, es una película obvia, pero aun así no es una mala película, con descripciones descarnadas de un criminal con un equipo de policías, en un escenario que en realidad se usa para desnudar el machismo y la desigualdad de géneros. Blind body, de la australiana Allison Chhorn es cine experimental, con desenfoques constantes representando la (casi) ceguera de su anciana protagonista. No es una idea digna de una luminaria, pero maneja una estética y una atmósfera que crea algo personal. Conducción neumática, de la peruana Genietta Varsi es interesante, recuerda los cortos extraños de David Lynch, juega a la instalación de arte y a la performance a lo Pina (2011). Nullo, del austriaco Jan Soldat, es un corto hiper freak, sobre un tipo que se ha quitado su órgano sexual y tiene uno femenino; lo vemos sin ropa contando sobre él, algo ansioso. El filme en el colmo de la trasgresión lo pone a masturbarse desnudo, lo que termina con él limpiando las sábanas sucias con papel higiénico. Es un documental curioso sin duda, pero para gente osada; además consta únicamente de tres tomas fijas de un cuarto. Chicha sentai es otra buena sorpresa peruana, corto de Rogger Vergara, que ha hecho una película entretenida, una emulación nacional de los Power Rangers. Vernos retratados ahí tiene bastante gracia. Campeshino, de Marco Antonio Alvarado, y Todos fueron mi hogar, de Mariana Flores, son cortos peruanos de cine social y están muy bien. El primero muestra a un viejo flaco y a su perro trabajando y viviendo el día, compartiendo cosas sencillas. Se ubica en la selva o en el norte del Perú, un lugar donde brilla la naturaleza. Se percibe siempre positivo. El segundo es acerca de una mujer, ahora mayor, que luce muy sensible recordando su pasado, en especial a razón de haber dejado temprano el hogar familiar y haber sido empleada del hogar desde los 15 años.