sábado, 5 de agosto de 2023
Design for Living
Design for living (1933), es una gran película y una que sorprende, incluso algo en el presente, si bien la modernidad se ha encargado de romper muchos límites. Ver ésta comedia del genio maestro Ernst Lubitsch, parte del Hollywood clásico, del Hollywood de los 30s y anexado los 40s, es observar que la comedia y éste tipo de filmes eran de otro nivel comparado a hoy en día, ¡qué película! El tema es sobre una mujer que no puede decidirse románticamente entre 2 hombres y quiere estar con ambos. Es un tema abordado con una elegancia digna de inteligencia superior, del gran cine imperecedero. El filme es osado en lo que propone pero lo hace con tanto tino y cuidado, pero asumiendo un tema picante, que es tremenda maravilla. Lo sexual está detrás tras bambalinas, lo que se toca es desde otro punto, pero se asume esto anterior por elipsis. Gilda (Miriam Hopkins) dice tenerse por una chica mala, aun cuando ayuda a 2 hombres a ser mejores en sus profesiones y vocaciones por el arte, mientras los 2 yacen enamorados de ella y viceversa. Uno lo interpreta el hiper famoso y galán Gary Cooper como George, un hombre más rustico que su otro competidor y mejor amigo, Thomas (Fredic March), un tipo más sofisticado, más refinado, aunque George muestra inteligencia, pero es más tosco, más directo. Thomas es aspirante a guionista de teatro, a dramaturgo, mientras George a pintor y retratista. Gilda trabaja en publicidad y es cuidada por el dueño de una agencia millonaria, por Max Plunkett (Edward Everett Horton), un hombre refinado, pero sencillo en el trato, que también la persigue románticamente. Gilda no quiere a Max, son sólo amigos, ella prefiere a tipos más seductores como George y Thomas, a quienes llega a comparar con sombreros de moda y ser ambos "necesarios" para su vida. Gilda es una aventurera, una mujer de vida intensa, que no es retratada como alguien vulgar, aun cuando engaña a uno con otro, y no quiere decidirse. En un inicio la opción es George, el tipo físicamente más atractivo y quien tiene una personalidad ligera y complaciente. Luego pasa a ser Thomas, el tipo bajito, inteligente y astuto, de amplia cultura. Lubitsch sortea cualquier censura con su finura, retratando al ser humano de a pie y su comportamiento más liberal y juvenil, más libre y atrevido, y a partir de una mujer, proponiendo un cierto feminismo con ella. Es una película que entretiene mucho, éste cine no solo es de sabiduría diáfana -para exponer- sino que es hedonismo para todo el planeta, es cine popular de autor en el más alto nivel. El filme tiene a Gilda yendo y viniendo en sus dudas, en su elección. En un momento Lubitsch pone al tanto al publico que le está hablando al hombre de a pie, pero con ingenio y arte. No obstante las cosas, tal cual como el golpe de George a Thomas, están ahí igualmente, debajo de la sofisticación general de como decirlo y exhibirlo, pero aun así en un empaque que es de dotada amabilidad de ver. La conclusión es atípica, pero fiel a lo expuesto, donde radica una manera de ver el mundo o una etapa de nuestras vidas, y aunque no es la proclama usual o lo más natural o lo más normal ahí yace la genialidad del filme, de enarbolar algo excepcional y poder de alguna manera sostenerlo o que sea digerible para muchos. Es una comedia y es notorio que quiere ser cómplice del público y creo que lo logra, sin que necesariamente tengas que verte reflejado o identificado o querer practicarlo. El filme cumple con creces con divertirte, Gilda proclama la fiesta y ser una chica mala, su par femenino de la llamada jerga masculina de ser un perro.