lunes, 28 de agosto de 2023
76 Festival de Locarno: Camping du lac
Ésta es la ópera prima de la francesa Éléonore Saintagnan quien dirige y escribe un guion muy personal. Nos ubica en Bretaña, Francia, actuando ella misma de alguien a la que se le malogra el auto y termina en un campamento galo en la campiña, lugar habitual de vacaciones de sus compatriotas. Éste filme dura apenas 65 minutos. Lo curioso es que el protagonista o guía es un especie de pez mágico y no como pudiera uno creer, la propia Éléonore, si bien todo es producto de su imaginación, sus lecturas personales y el misticismo que ha averiguado de la zona. Tratamos con una docuficción con un lado raro o fantástico que le ha agregado Éléonore a la gente del lugar donde algunos son ellos mismos y otros han dejado volar un poco su imaginación o han jugado a ser actores de ficción. Así tenemos un travesti haciendo de madre de un niño aun chico, viendo que ambos hacen cosas simples en su hogar mostrando la vida en el campo, sin avances tecnológicos al uso común. Éléonore utiliza un aparato de escucha para la ornitología, pero con el aparato va captando conversaciones cercanas también, como quien se llena de historias que luego iremos viendo. Es así que el campo invade la vida de la autora quien se vuelve luego una contadora de cuentos, de folclore local. Es importante la historia de un santo real, Corentin de Quimper, que deviene en la historia mitad literatura, mitad misticismo, sobre un pez que cumple milagros. Al lago del pez mágico no solo llega el estado preocupado, cazadores de recompensas, sino hay hasta celebraciones con inesperados fuegos artificiales. Al mismo tiempo vamos conociendo a la gente del lugar y van apareciendo personajes pintorescos, como un solitario americano entrado en años que parece imitar a los sureños tocando el banjo como bienvenida y del que obtendremos una historia emotiva. También veremos a una especie de groupie del pez mágico o la habitual loca de pueblo. Éléonore va como anotando un diario de vacaciones o días de campo mientras va relacionado Bretaña no con el famoso santo local sino con una pequeña característica de él -su amor por los animales-, como quien medio que tergiversa las cosas en pos de hacer algo distinto a un documental convencional, produciendo un trabajo que hace de lo cotidiano o simple un lugar de mayor extravagancia sin por ello perderse de tener su cuota de empatía campechana.