lunes, 24 de julio de 2023
No es bueno que el hombre esté solo
Éste filme del español Pedro Olea se hizo un año antes de Grandeur nature (1974) y se nota que lo ha inspirado, aunque no son iguales y la película de Olea con él de guionista más 3 más, incluido el director José Luis Garci que aquí aun fungía de guionista, logra tener tonos potentes e ideas más conseguidas, repetidas algunas en Grandeur nature con menor efectividad, quizá porque por allá asoma cierta ironía o sentido de superioridad con el asunto. Olea y sus guionistas -guionistas menores, aunque Garci ha sido un director exitoso, como talentoso Olea- logran hacer una película más notable que la de Berlanga -que tampoco hace una mala película y tiene lo suyo- y sus celebrados colaboradores en su guion, aun cuando el filme de Olea es un especie de giallo a la española que parece tener cierta inspiración en nada menos que en la hiper popular Psycho (1960), pero haciendo un filme autónomo lleno de nuevas grandes ideas, grandes secuencias, ideas y respuestas, justificaciones, logradas. Es una película que trata con un hombre raro, pero que aun así tiene una lógica su proceder particular, en tener de pareja una muñeca de tamaño natural. Éste hombre lo interpreta José Luis López Vásquez, en total estado de gracia. La prostituta que hace la popular Carmen Sevilla también es gloria pura y así con ellos el chulo que hace Máximo Valverde. Hay momentos realmente perturbadores e incomodos, como cuando aparece la policía cuando Martin (López Vásquez) sale de paseo romántico en auto con la muñeca. Lo que busca la prostituta -no solo dinero- y como no puede desprenderse de su esencia corrupta o personalidad es otro éxito del filme. Es una película que trasmite emotividad y se trata de un tema que pudo resultar ridículo, he ahí tremendo logro de la propuesta, asumiendo un reto de los que suelen fallar. Ésta película toma muchos más riesgos que Grandeur nature y aun así nunca deja de tener los pies sobre la tierra. El terror llega por el final, algo clásico de muchas obras del género, guardar la explosividad para rematar. Antes maneja mucha perturbación, maneja como los grandes toda la rareza de la relación con la muñeca. Aquí si entra perfecto aquello de que la muñeca representa la mujer perfecta de cierta manera, pero que va a chocar contra la realidad, donde Berlanga y Cía. lo abordan de otra manera, más amplificado también. Martin es humillado y empujado a reaccionar frente al abuso. Lo del escenario que es un puerto también es un plus, da personalidad al conjunto. Todo el filme está bien explicado, con suma pertinencia. No es un filme difícil de comprender aun con su particularidad, aunque no es el más fácil de sobrellevar y es una película notable, la que tiene un título bíblico y bastante sugerente.