jueves, 9 de julio de 2020

Macario

Macario (1960), es la obra más popular de Roberto Gavaldón, la primera película mexicana en ser nominada a los Oscars. Es una película de fantasía y una muy buena película. En ella un hombre llamado Macario (un impagable Ignacio López Tarso), un campesino, suele morir de hambre todas las noches, al igual que sus 5 hijos. Ellos pelean por el plato de comida diario. Macario sueña con comerse sólo un guajolote, un pavo. Un día su mujer roba uno y se lo entrega. Macario no puede creer la felicidad que siente y corre al bosque a comérselo. En el bosque se le aparecen tres personajes pidiendo que Macario comparta el pavo. Macario los reconoce instantáneamente a cada uno, les habla de manera normal. Uno es el demonio, vestido de hacendado típico mexicano con espuelas doradas; otro es Dios, como un anciano noble y humilde; y por último la muerte, como un campesino igual que Macario. Ésta película tiene un retrato social, solo que destinada al entretenimiento, que es el que manda. También es una película pro-indígena, como vemos que se trata de reivindicarlos. Macario es la estrella. Pero se halla en la época virreinal, y depende mucho de los españoles y sus costumbres. Macario es un buen hombre, no es egoísta ni envidioso, tiene su pequeña ambición, pero no al nivel de los todopoderosos, aun cuando en el trayecto se le presenta la gran oportunidad de volverse rico. Macario sólo quiere aplacar su hambre acumulado y tener algunos pocos bienes. La influencia española está ahí, pero si bien Macario se ve atraído e introducido a este especie de mundo capitalista, no contamina su alma, mantiene su esencia. Macario ayuda a los españoles y a su gente, a millonarios y a pobres, por igual. No obstante es visto como un outsider en el mundo español, y castigado como brujo. El filme se mantiene fiel al entretenimiento, a la fantasía, todo está ajustado a esto, el resto es secundario. Éste filme trajo a mi mente Madeinusa (2006), el libro Pedro Páramo y la serie de tv. El narrador de cuentos, todas cosas que uno ama instantáneamente. Macario tiene una hermosa relación de pareja, la mujer de Macario (la bella Pina Pellicer) es una mujer muy real. Macario es justificado en el filme, cuando parece un tipo no tan noble por querer quedarse con el guajolote para él sólo, pero en sí es un acto moral, de ánimo, de motivación y realización existencial, y finalmente no puede evitar compartirlo. También, aunque luce humilde, muestra ser inteligente cuando se interrelaciona con los tres personajes sobrenaturales. Éste es un filme muy nacionalista mexicano en forma positiva.