viernes, 6 de septiembre de 2019

Z


Costa-Gavras hace una película política entretenida, que tiene arte. Es una película de 1969 y se ve todo lo clásico que hay en una película de su tipo, pero es porque la presente película sentó bases en el cine político. Me hizo recordar un filme posterior, The Act of Killing (2012); un genial Marcel Bozzuffi me trajo a la memoria a Anwar Congo, como un matón paramilitar ejecutor de izquierdistas. Yves Montand es un senador izquierdista que los de derecha quieren destruir por sus aspiraciones políticas e ideología. Finalmente lo asesinan, y empieza una pequeña investigación o exposición del complot homicida que es toda la película. Gavras no hace una película paranoica, sino una película directa, clara y realista, con toques de cine arte, como con el propio asesinato del senador que es con un mazo y mediante una camioneta en movimiento. Jean-Louis Trintignant hace del juez investigador, tiene una postura elegante e inteligente, que contrasta un poco –para bien- con la frescura de la narrativa. Es una película seria pero entretenida, porque es suelta, no es demasiado formal. Irene Papas aporta muy poco en su actuación y personaje. Es un filme fácil de ver, pero bien ejecutado, que aunque es cine político no agota, es muy ágil y con personalidad. Están todos los lugares comunes del cine político y las ideologías, está la imagen por antonomasia, pero porque es un precursor, pero aun así no molesta ni es un filme de mala calidad en absoluto. Es una propuesta que reúne todas las de su tipo, es ver la eterna lucha esencial entre derecha e izquierda, militares y activistas. Ganó el Oscar, por tanto es un filme comercial, popular y masivo, amable y hedonista. Gavras es bueno en el cine político, con miras a un gran público, pero con arte, no es panfletario ni cansino. El filme tiene elegancia, pero también su audaz toque de relajo. Inclusive los matones paramilitares pueden ser un poco infantiles, o los eventos alrededor del golpe en la cabeza de un héroe sencillo y delator es retratado como algo campechano.