jueves, 19 de septiembre de 2019

Il traditore


Il traditore (2019), de Marco Bellocchio, es una gran película, una película en grande, una fiesta cinéfila, con un tipo que destruyó la Cosa Nostra o le dio un potente golpe que la dejó muy distinta a antaño, llamado Tommaso Buscetta (Pierfrancesco Favino), quien delató a todos su compañeros y jefes mafiosos, que terminaron encerrados. Pero antes la mafia se encargó de matarle montón de familiares. Buscetta decía que si moría en su cama de viejo iba a ser un triunfo para él. Favino hace de un mafioso corpulento, de protagonista, poco típico al uso cinematográfico por su apariencia física, aunque él es un soldado, no un jefe mafioso. Favino tampoco es una cara conocida o popular en el séptimo arte, pero tiene una trayectoria larga. Lo que brinda es algo bastante bueno, aunque el filme vale mucho más por su historia y sus formas. En la parte de los juicios hay bulla, desorden, hay cine arte, hay excentricidad. Bellocchio tiene de extravagante pero en su punto, ducho en el cine no quiere vacíos o posturas efectistas, prefiere ser fiel a un cine auténtico, destinado a la “formalidad” –en cierta medida-, pero también al cine moderno donde cabe cierto aspecto freak, irreverente, osado, distintivo, arty. Pero lo hace en una medida que hay balance con la seriedad general, con los hechos reales. No se excita demasiado con el cine moderno, deja espacio para hacer cine amable. Éste es un cine entretenido, un espectáculo sublime, también impactante, muy violento, observando a Buscetta padecer por la mafia, desde su escape a Brasil donde es torturado arriba en el aire en un helicóptero por la policía brasileña, o intentando suicidarse con veneno pasando por epiléptico, mientras en pantalla vemos morir a sus hijos y gente próxima, a alguien le cortan un brazo antes de darle un tiro. Pero Buscetta a pesar de todo también ríe, canta, pasea en bicicleta, se acuesta con mujeres, contraataca. Los mafiosos gigantescos quedan empequeñecidos frente a su voz en los juicios. El filme habla de valentía por su parte, con el fiscal investigador que apoya las declaraciones del traidor. Bellocchio hace un filme que trata de tumbarse abajo la leyenda de la Cosa Nostra, y deja a un último hombre mítico en su lugar, a un tipo muy humano, pero también bastante fuerte y decidido, a un hombre que llora ante verse inútil frente a la muerte de sus seres queridos, y que declara firme enardeciendo al gallinero, a unos jefes mafiosos como animales salvajes tras los barrotes, pero perdidos.