miércoles, 20 de agosto de 2025

78 Festival de Locarno: Silencio


El director de la película, Eduardo Casanova, es algo polémico, le gusta que estén hablando de él y hay gente que se lo toma demasiado en serio y siente antipatía hacia su persona, y esto rebota en apreciar a veces su trabajo de mala manera. Lo cual es injusto. El presente filme se puede decir que tiene algunos defectos, es una obra muy libre y por lo tanto va a conseguir equivocarse por momentos, pero en general es una propuesta muy entretenida, buena. Tiene gran intensidad. Hay un diálogo frenético y super irónico entre 4 hermanas vampiras rodeadas de blanco y rosa. Tienen tremendo maquillaje y prótesis. La recreación de las vampiras es de primera. Lo diálogos fluyen con tremenda velocidad y nunca dejan de tener humor y dar plenamente en el clavo diciendo cosas curiosas e interesantes para el oído del espectador ansioso de divertirse y eso da mucho, tenemos harta diversión. Se nota que Casanova goza haciendo ésta película. Tiene escenas potentes, impactantes. Muy rebeldes. Hay partes de musical que salen de pronto y otorgan novedad y un poco de risa. Es una comedia de muy buen nivel, aun cuando puede ser esperpéntica. Lo del enano vendedor de sangre artificial no es lo más óptimo, no es el mejor chiste, y la línea del SIDA se siente muy superficial, pegada en realidad apenas a la narrativa (aun con obvia conexión de estigma vampiro-enfermedad), no aporta gran cosa, pero el resto es virtuoso. Maria León con tacos altos desnuda es muy erótica, muy bella, un deleite para la vista, aun como drogadicta. La parte del futuro tampoco es lo mejor, pero se entiende la idea, de que los homosexuales no se oculten, enfrenten su opción sexual a puertas abiertas. Se les iguala con los vampiros, con que los quieran matar siempre, que les tengan rechazo tan virulento. Para esto hay varias generaciones desencantadas, pero el final es positivo, optimista. Es una película que es un poco punk y puede herir susceptibilidades, pero cuando vaya al festival de Sitges, de aquí a unos 45 días, todo apunta a que será recibida con entusiasmo por muchos. Se pudo haber afinado un poco más, sí, para hacerla más perfecta, pero éste tipo de filmes locos y muy libres también arriesgan bastante. Se nota que Casanova ama el cine, quiere ponerle su identidad, hablar de sus preferencias y lo que a él le emociona. Es una obra con mucha personalidad. En el futuro pensar un poquito más, demorarse un poquito más será productivo, pero no debe perder ese glorioso espíritu punk que brota tanto, su libertad, porque hay escenas muy desopilantes, que te mantienen gozando. Mención especial de Lucia Diez, bella y talentosa, prometedora.