miércoles, 30 de noviembre de 2022
Barbarian
Ésta es una de las películas de terror notables que ha dado el 2022. Dirige Zach Cregger que hasta entonces no se había hecho notar mucho. Barbarian (2022) empieza como una película un poco previsible, convencional, con un siniestro pero sobresaliente Bill Skarsgard haciendo de invitado no previsto, cuando una chica, Tess (Georgina Campbell), una morena guapa pero muy normal y formal pero amable, alquila una casa y se topa con que hay alguien dentro que dice que es él quien la ha alquilado. Ambos demuestran tener razón y como no hay a donde ir por esa noche deciden quedarse juntos hasta resolver el problema mañana. Tess como es lógico -sobre todo en EEUU- yace muy desconfiada, no es para menos, puede ser un loco o un asesino, como se percibe que va el filme, aunque Keith (Skarsgard) siempre se justifica y todo el tiempo trata de ser simpático. No obstante sobre él pesa una cierta ambigüedad, Keith deja en el aire un cierto halo siniestro muy sutil. Con esto parece que la película está ya servida, ya planteada y estructurada y se ve un poco previsible; ya antes se han contado éstas historias de asesinos en serie o locos que esperan atacar intempestivamente, salvajemente, en medio de la soledad de la oscuridad, de la casa tenebrosa, convertirla en un habitual matadero. Pero Cregger muestra originalidad y novedad y da una vuelta de tuerca a las clásicas historias de terror o de asesinos seriales ocultos y sorpresivos. Sí, va de asesinos en serie, pero desde otro ángulo y mediante un complemento macabro propio del cine de Guillermo del Toro, pero con más perversidad que la que él suele manejar, con una historia a lo Minotauro del Laberinto, más y producto de una putrefacción humana de corrupción y despojo bastante sucia, sórdida, que hace del filme uno mucho más tenebroso y terrorífico de lo normal, más profundo como historia de miedo. La historia con Keith es sólida aunque bastante conocida, casi anécdota popular o leyenda popular urbana o crimen habitual. A muchos fans del terror les decepciona que la historia con Keith y un excelente Bill Skarsgard de un giro y cuente otra, aunque se mantiene el germen del asesino serial, pero Cregger hace bien porque apuesta por la creatividad y la originalidad, y no contar la misma historia una vez más. El cine es mucho reinvención, sino estaríamos estancados con el cine clásico y el pasado glorioso, y la rueda del séptimo arte debe seguir girando, debe continuar generando pasión, felicidad y entusiasmo. La ciudad de Detroit es otro elemento importante en el panorama, ésta parece propia de cine social americano o británico, con barrios pobres, abandonados, peligrosos, participes de una versión postapocalíptica. Los policías son los mismos de la serie Dahmer (2022); el "loco" de la cuadra más bien hace de salvador. Éste filme homenajea un poco a la magnífica REC (2007) aunque amplia el espectro con una maternidad enfermiza, muy perversa, que es tan curiosa que se enfrenta al ridículo, pero lo supera. Tiene, aunque no literal, de clásico descubrimiento de found footage. La acción pura y dura que genera una vez puestas todas las cartas sobre la mesa es típica del cine americano, pero no obstante bastante entretenida y efectiva, con un lado gory muy a favor y un Justin Long quien inicialmente ambiguo pelea por definirse como una buena persona y es en realidad tremenda joyita y un cínico de temer, logrando manejar una capa distinta a su natural simpatía y frescura de adulto joven. La propuesta exhibe la denuncia hacia los hombres abusadores, violadores y feminicidas en general. El filme recurre a un pequeño flashback y a la narración del "loco" de la cuadra para concretar un background muy bien argumentado. Las calles de Detroit son el infierno mismo, los monstruos pululan por la noche, amos, por el barrio.