martes, 8 de septiembre de 2020

Full Moon High


Full Moon High (1981), de Larry Cohen, es anterior a Lobo Adolescente (1985), popular película con Michael J. Fox. Tienen en común el mundo de los adolescentes con un hombre lobo muchacho como protagonista, pero Lobo Adolescente es una película bien hollywoodense mientras la de Cohen es bastante libre e impredecible, puesta en las vías alternas al cine más comercial y de mayor público. No obstante aunque Full Moon High es una película mucho más desfachatada se ve que intenta llegar a mucho público, pero no estando retenida en las fórmulas del entretenimiento más poderoso. Lobo Adolescente quizá sea una mejor película, pero Full Moon High aunque menos lograda -con más errores- tiene su sabor interesante. Es una comedia de terror y hay mucho humor aunque tampoco es todo el tiempo. Tiene chistes malos, otros políticamente incorrectos lights, estos últimos válidos. Hoy se tiende a exagerar con la corrección, pero de todas formas es una película de otra época, de los 80s y tiene aunque no mainstream otro feeling. Es una película no tan exitosa en su humor, pero uno en general a fin de cuentas la disfruta, es una película un poco curiosa. El hombre lobo adolescente de ésta película es Tony (Adam Arkin) y es cool, pero maduro, es algo serio, pero no estirado. Otra cosa que llama la atención del filme de Larry Cohen es que Tony se hace pasar por su padre más adelante al no pasar el tiempo por él. Esto es un cambio interesante, del colegio de antaño de cierto aire clásico y mucho más formal a la modernidad, donde a uno le viene a la mente esas películas donde la secundaria lo permite todo, y es un campo de batalla de delincuentes juveniles, de los peores, donde se ve drogas y sexualidad a flor de piel, pero aquí desde luego en tono de humor negro, que también lo tiene, como esas nalgas femeninas mordidas por el hombre lobo de ésta película. Después de esto no hay sexo vulgar, todo se presta a la broma solamente, y hay poco sexo. El filme mantiene su calidad de cine masivo en cierta manera, aunque como es un filme de bajo presupuesto y alejado de Hollywood se toma más libertades. Adam Arkin luce tranquilo, pero no es que sea un maestro para la comedia, lo mismo que pasa con Larry Cohen. No obstante la libertad y personalidad de Larry -también el guionista del filme- impregna la propuesta de una cuota de simpatía, la misma que refleja un personaje secundario, Flynn (Bill Kirchenbauer), como un detective de policía medio loser. Cohen juega con la imagen de la mujer liberal, sin demonizar ni santificar, pero recurre a ratos al trazo grueso, lo hace con Jane (Roz Kelly) y Ricky (Joanne Nail), pero también se prestan a la historia, no todo es humor ni sketch, que de eso también tiene. Jane presenta humor irregular, pero es la que más da risa, no sé si porque Cohen es tan insistente e irreverente en el trayecto con su personaje. Elizabeth Hartmann -celebrada por todo el mundo en su película debut como actriz- también se presta para el humor grueso y fácil, y Cohen no le ayuda en nada. No obstante es de admirar su entrega total. Los efectos especiales lucen sencillos, pero cumplen, tampoco hay mucho, no hay sangre, es una comedia. Así lo más resaltante es el lobo gigante que ataca al protagonista, sin que tampoco luzca demasiado espectacular. El deporte tiene injerencia, el fútbol americano, está el ánimo de hacer historia y vencer la frustración, pero el humor finalmente lo consume todo, y no es que esté mal, es un filme diferente a Lobo Adolescente, que se inspira en ésta película.