jueves, 27 de mayo de 2021

El Dependiente


Ésta es la mejor película del argentino Leonardo Favio, también una película rara en su filmografía y de cierta originalidad pionera y ecléctica en el cine argentino. Favio hace una película sencilla, con pocos elementos, pero llena de personalidad. Tiene un humor especial. En la trama un hombre llamado por su apellido Fernández (Walter Vidarte) está relegado en la vida, es el eterno ayudante de un hombre de ferretería, trabaja para él por ya 25 años. En una alucinación un niño, él de pequeño, le grita que hasta cuando seguirá así. Fernández no quiere ser mala persona, pero la existencia lo empuja a tener matices, a ser complejo, a tener algo de perversidad en el cuerpo, quiere que su jefe y amigo, el viejo Don Vila, muera, y le deje de herencia la ferretería, para poder ser independiente. Pero no hace nada para que esto suceda, no es esa clase de película, Fernández solo espera que la vida haga las cosas, aguarda paciente y pasivamente que finalmente se haga "justicia", cierta justicia con él. La vida tiene estos rasgos extraños, todo lo bueno tiene algo de malo; todo lo malo puede tener algo de bueno. Fernández conoce a una mujer, a la señorita Plasini (Graciela Borges), y queda completamente enamorado de ella. Plasini suena a placer dígase de paso, también a pecado, a tentación. Lo criminal podría asomar, pero la película se mantiene inocente, solo algo sugerente al respecto. La señorita Plasini tiene una madre particular, medio loca y propensa al alcohol, y un hermano con retardo. La señorita Plasini parece tener en cuenta eso de que el tren se le puede pasar, no parece querer perder la oportunidad de atrapar a Fernández, es astuta; lo provoca y luego lo apaga, juega a la timidez y al recato, se le ve más inteligente de lo que aparenta. Favio arma un escenario similar a un teatro en la sala de la señorita Plasini. Pone a la parejita muy formales a tomar el té, y a ratos suelta pequeños exabruptos como humor. Se exhibe de obra minimalista, pero interesante, sin ser ardua para el espectador. Es curiosa y entretenida. También se presenta maliciosa en cuanto a la idea de libertad, sobre la que gira, con sarcasmo.