jueves, 18 de febrero de 2021

Sun children (khorshid)


Candidata por Irán a una nominación al Oscar 2021 por película internacional. La dirige Majid Majidi. Es una película con gran sensibilidad, pero con delicadeza e inteligencia para no ser exagerado y no empalagar. Está en su toque perfecto de sensibilidad, calidez, amabilidad y humanidad, a lo Ozu, a lo Satyajit Ray. En el filme tratamos con niños de la calle y un colegio gratuito que les da cobijo. En el filme también hay sensibilidad por lo inmigrantes, cuando en Irán se suele ser duro con los afganos. Hay niños afganos que son vistos con aprecio, amistad entrañable y compañerismo por lo niños iraníes. Hay una pequeña relación de afecto del protagonista, Ali (Roohollah Zamani), con una niña afgana, a la que le da regalos sencillos, pero bonitos y la cuida. Pero el filme no solo presenta esto, también tiene una cierta narrativa criminal; Ali y sus amigos se ven influenciados o rodeados de maleantes, pero estos yacen disfrazados de buenas personas. De todo esto nace la búsqueda de un tesoro, justamente debajo del colegio público que acoge a niños de la calle. El acercamiento a la escuela en primera instancia es por interés de éste tesoro, pero termina Ali agarrándole cariño al colegio. En éste colegio hay un auxiliar muy humano, noble, Rafie (Javad Ezati), quien protege a los niños, se hace sus amigos. Ali es un niño de rostro preocupado, también es un chiquillo fuerte, pero al mismo tiempo es un pequeño con buenos sentimientos. Es un niño, digamos, rudo, pero leal y agradecido con quienes le muestran aprecio. Es un chiquillo que piensa y entiende -como cuando sus amigos le hablan a su liderazgo-. El trabajo con los niños en la película es notable, aun cuando Ali tiene cierta cara perpetua de preocupación, que refleja, claro, su dificultad y lucha al ser un niño de la calle, y se le exige mucho; todo el desentierro del tesoro es bastante impresionante, muy bien trabajado, lleno de realismo. Es interesante como Majid coloca tensión y sorpresa en ésta búsqueda obsesiva. No solo es una película sensible, sino que tiene muy buena acción, tiene momentos intensos. El filme también tiene una historia con la familia de Ali y aunque esto ya puede ser mucho no deja de ser un filme que conmueve y que trasmite empatía y es eficaz en la mayor parte del metraje. Majid Majidi, sin duda, es un director talentoso y realmente no es fácil ganarse a un público serio o diverso con películas de mucha sensibilidad, y él sí lo consigue.