domingo, 28 de septiembre de 2025

Hen


Ésta película de arranque parece algo extravagante. La historia de una gallina, una gallina común y corriente. La dirige el húngaro György Pálfi. Lo curioso del filme es que no son efectos especiales los que vemos en pantalla, sino son ocho gallinas con las que ha trabajado Pálfi para conseguir hacer su película. Es de un gran realismo por ello. La historia no se ve pobre, está muy bien conseguida. Es una película realmente lograda sobre una gallina, sobre su vida ordinaria, o su actuar normal. La vemos rodar por el "mundo" que sería la novedad. Lo difícil que es para ella, si bien no muestra mucha consciencia de su situación. No obstante por ahí se deja volar que un cartoon puede haberle hecho pensar. El contexto principal se da cuando la gallina llega a un restaurante griego donde unos criminales hacen pasar inmigrantes ilegales. Todo ese traslado e introducción es simplemente por dinero. No les importa esas vidas. Así hay un accidente y los criminales se limpian de la manera más fría. Ésta gallina parece condenada a poner un millón de huevos, a copular eternamente, aunque está en su naturaleza, ella incluso lo busca. No obstante si aparece -se vislumbra- un deseo, un pensamiento, en ella es que parece querer una vida familiar que yace vinculada a la extinción de la humanidad. Ésta película es, aunque con momentos trágicos y dramáticos, también una sátira, maneja humor negro. Es un filme hecho con cierta libertad, libertad propia de un cine más europeo que comercial, pero se ve sin dificultad. Es de relato sencillo, pero a ratos un poco duro. Está como hecho por alguien más realista que sensible o poético. Ver todo lo que hace la gallina, todo lo que pasa es atractivo, mirar su desenvolvimiento, su andar, como traza recorridos, como desarrolla su memoria. Tiene una escena un poco cruel, cuando le cae encima una caja, la cual parece digna del Oscar o de una comedia slapstick. La cosa es que es una gallina y aquí no habrá ningún símil de palm dog que sindique su ternura o gracia. Eso que sea una simple gallina sin ponerle en sí misma ningún romanticismo de por medio la hace extravagante en cierta dosis. Lo del mundo gángster luce más convencional. Finalmente es una obra llevadera, de poco rollo. La mirada lo dice todo, no se da cuenta de mucho. Mejor así parece decir el filme, porque es un mundo horrible.