jueves, 14 de octubre de 2021

Momma's Man, La Bestia y Buffalo Juggalos


Momma's Man

El director de éste filme es Azazel Jacobs, hijo del famoso director de cine experimental Ken Jacobs. Su última película es French Exit (2020), pero aunque es curiosa, una comedia absurda y deadpan (de humor seco o, para algunos, inteligente) está plagada de ridículo y tontería, pero aun así se le siente auténtica. En un momento ahí dicen no temer a los clichés y le creo. Ésta película tiene una sólida construcción de la relación madre e hijo, desde la gente pudiente que está por perder todo su dinero. Ese filme aunque es notoriamente imperfecto trasuda alma, además tiene dos actuaciones muy dotadas, entre madre e hijo interpretados por Michelle Pfeiffer y Lucas Hedges. En ese filme el resultado final conlleva buen entendimiento de sus partes, cierra bien, pero antes tiene ocurrencias que buscan el humor deadpan y el absurdo y no logra ser lo que pretende, ser audaz o inteligente. Pero es de una imperfección que vale la pena y presenta un encanto. Momma's man (2008) también es imperfecto, tiene ocurrencias muy indies quizá, pero también tontas. Pero nuevamente lleva harta alma y hasta es mucho mejor que French Exit. Éste es un filme bueno para recomendar. En la trama tenemos a un joven que tras un viaje de negocios se refugia en casa de sus padres, ya que siente la presión del matrimonio y de cuidar a su hija pequeña, de las responsabilidades y agobios cotidianos. También extraña su adolescencia, un estado de relajo y despreocupación. Los padres, interpretados por los verdaderos padres de Azazel, que trabajan con el cine experimental en la trama, son muy cálidos, tolerantes, pacíficos y no juzgan a su hijo, hasta lo engríen. Esto hace ver dos mundos, aun cuando la esposa del protagonista no luce amargada ni fastidiosa, pero es inevitable la diferencia. De todas formas el filme deja en claro que el protagonista, Mikey (Matt Boren), ya no encaja en el pasado, no es un chiquillo, se nota, y el ambiente es silenciosamente tenso por su demora a regresar a su matrimonio, aun cuando tiene de infantil y de loco, de niño jackass, y sus padres son puro amor. Otra belleza del filme es que la casa de sus padres es grande pero no es ningún palacio, tiene mucho de humilde, hasta de viejo. Mikey extraña su barrio, pero éste ya no es el suyo. No puedes ser un chiquillo por siempre, hay que crecer, pasar a la siguiente etapa, asumir tu rol, eso queda muy bien plasmado. Por todo, un filme valioso.


La Bestia

No soy de ver pornografía hace años, pero estos son en realidad efectos especiales, con respecto a la parte donde la protagonista tiene un sueño húmedo y regresión del pasado. Éste sueño estaba incluido en los 5 relatos de la anterior película del director, del polaco Walerian Borowczyk, llamada Cuentos inmorales (1973), de lejos lo mejor de esa propuesta. Los otros 4 relatos eran o anodinos o muy comunes, aun tratando con Elizabeth Bathory y recurriendo al sarcasmo trasgresor señalando la lujuria y carnalidad orgiástica de la iglesia católica. El relato llamado La bestia es una pequeña joya, éste se editó luego en 1975 en la película homónima que tratamos ahora, poniéndolo todo pero por partes durante la segunda y última mitad del filme. No es específicamente pornografía, es finalmente efecto especial, ya que tratamos con un lobo humanoide u hombre lobo transformado, aunque a mil de sexual, cargado de fluido donde Borowczyk es brutal, grotesco, grosero, impenitente y también muy jocoso y audazmente irreverente, pero dueño de cine al fin y al cabo. Es una pequeña obra maestra, pero para gente osada. La demás película se pega al corto, pero en realidad es todo accesorio, por más lógica que le impriman en ella. Lo sabroso de ese filme accesorio es ver la belleza y erotismo de Lisbeth Hummel, donde Boro pone el lente próximo en su sexo y le da tremenda existencia en pantalla. No obstante obviamente la gran hazaña le pertenece a la actriz Sirpa Lane que se ve atacada por el lobo humanoide hambriento de sexo. Ella corre desesperada mientras es desnudada de a pocos pero ferozmente. El animal se masturba siguiéndole y arroja liquido seminal por doquier. Luego captura a su presa, la violenta y ésta total incorreción, de las más bravas, termina en fantasía porno, ella se excita y "seducida" pasa a tener sexo de todo tipo con el animal, con las tetas, con los pies desnudos, con la vagina, con la boca, mientras el animal bota y bota fluidos una y otra vez. Es un alarde salvaje de comedia gracias a una pizca de terror y harto efecto especial, pero pasa la prueba de la recreación contundente y propina efervescencia en estado puro. Donde quiera que se vea, en cualquiera de los dos filmes, es éste corto y sueño húmedo el que ha inmortalizado -y asesinado por igual- a Borowczyk.


Buffalo Juggalos

Éste corto de casi 30 minutos le pertenece a Scott Cummings, editor de las películas de Eliza Hittman. En éste documental conocemos -observamos en realidad en acción- a los Juggalos, fanáticos de un grupo de hip hop que tiene toda una subcultura a cuestas, donde hay afición al terror, el grupo Insane Clown Posse, y como ellos los fans se pintan la cara de payasos y como vemos en viñetas son muchos violentos y propician el miedo y cierta desadaptación, pero también hay otros que profesan el amor libre, el amor igualitario, la sexualidad despierta, algunos son aficionados por lo común al wrestling profesional, el de mentiras, y en general son bien freaks. Es un corto experimental también y van apareciendo los juggalos mostrando cada uno quien es en alguna expresión marcada de su personalidad y así conocemos a todo el grupo y su definición conjunta. Como ésta música ama el terror hay un halo de fantasía e imaginación que los circunda, una cuota de ficción. El filme propone cierto mundo extraño poblado como si estuviéramos en el videojuego Silent Hill. No obstante hay algo de humor.