martes, 4 de agosto de 2020

Diabolik

Mario Bava es mundialmente celebrado por su cine de terror, pero hizo muchas otras películas, en ésta oportunidad una de acción y le quedó muy buena. Para Diabolik (1968) podemos pensar que pudo inspirarle To catch a Thief (1955), sobre crear a un mítico ladrón. Es notoria la admiración de Bava por Hitchcock, también su sentido del entretenimiento, de querer llegar a muchos, con algo con autoría y distinción, pero popular. Al mismo tiempo Bava no busca ser una copia de Hitch sino hacer su propia película, proponer su propia personalidad, como vemos aquí y siempre. En la presente propuesta viene a la mente la elegancia y astucia de James Bond, pero en éste personaje además con su cierta perversidad y un toque pop. Diabolik (John Phillip Law) está lleno de artilugios, como un especie de Batman también, que va disfrazado y armado como muñequito ninja de GIJoe. Lo acompaña siempre su pareja sentimental, la guapa y sexy Eva Kant (Marisa Mell), a la que rescata y da costosos regalos robados. Su rival es el inspector de policía Ginko (el gran Michel Piccoli), y también se pelea con él un mafioso, Ralph Valmont (Adolfo Celi). El filme tiene humor, humor que tenía Bava, pero que no lo exageraba. Es una película donde Diabolik perpetra muchos robos, robos gigantescos y un poco complicados, habiendo sentido del espectáculo y de fuegos artificiales. Diabolik hace cosas increíbles, cosas de cierta inverosimilitud, pero es propio del cómic que adapta, lugar de mucha libertad y entretenimiento. La banda sonora parece al servicio de una discoteca de su época, como si Diabolik estuviera de fiesta tras cada aventura suya, compuesta por Ennio Morricone.