miércoles, 15 de abril de 2020

Rodar contra todo

El deporte cura o te renace, te motiva y energetiza la vida, quita la depresión, te brinda buenos amigos, así lo ve una de las protagonistas de éste documental del 2015 perteneciente a la peruana Marianela Vega. Es la historia del  primer equipo peruano de rugby formado por cuadripléjicos. En éste vemos como la luchan y se llenan sus participantes de felicidad practicando deporte, un deporte que es rudo, vemos como impactan sus sillas de ruedas entre ellos, y como muchos caen al piso. Los observamos moverse veloces sobre las sillas llevando o pasando la pelota. Viajan a otros países, la cosa es seria, y no cualquiera tampoco puede pertenecer al alto nivel deportivo en que están los protagonistas del documental y hay estudios médicos y preparaciones especiales físicas de por medio. Conocemos varias historias, todos se expresan muy bien, totalmente tranquilos, aunque sus historias pueden ser tristes, pero son todos ellos tremendos luchadores y deportistas en toda la palabra. El documental muestra el deporte del rugby en su condición física, pero también sus vidas personales. Es una historia de amistad también, y de horizontalidad social, no hay diferencias de clases sociales aun cuando son de distintos poderes adquisitivos, los une el deporte, y su condición especial física. Como dice alguien, todos se motivan mutuamente, en ambos campos, el deporte y la vida, porque ambos también yacen bastante unidos y uno nutre al otro y viceversa. Es un documental sencillo, tradicional, pero ágil y atractivo. Cada palabra que sale de la boca de los muchachos de éste primer equipo de rugby es asertiva y muy bien pensada, y sin tanto rollo ni dificultad, pura franqueza, naturalidad, positivismo y simpatía. Es un documental muy educado, pero tampoco demasiado remilgado o engreído en lo que presenciamos. Es notable ver como toda su participación deportiva es muy profesional, y les brinda un gran aliciente para ser felices y motivarse en el mundo, tras la dura existencia que la vida les dio por yacer en silla de ruedas. También hay cabida para bailar, pasarla bien, tomar algo y llevar vidas como todos, como vemos con el matrimonio de uno de ellos, y que otro deportista es padre y sale con su hijo aun chico a llevarlo a montar bicicleta. La familia es lo más importante nos dice éste protagonista que valora bastante a su familia porque dice que ha podido apreciar que lo quieren y cuidan mucho. Es el deporte como camino de sanación espiritual y anímica, es el uso e invención de nuevos recursos, como aprender a usar los brazos en lugar de las piernas para poder ejercer el rugby en su condición. Dice alguien en el documental, es un deporte de contacto y hay que salir a "golpear", que parece se lo está diciendo a la vida. Así son ellos, unos luchadores a tiempo completo, que se han ganado su clasificación al equipo nacional y por entonces buscaban ayuda deportiva y merecen el éxito, pero ante todo valoran cada segundo de entrenamiento, cada momento con el compañero y la cancha.