sábado, 20 de mayo de 2023
Skinamarink
Ésta película ha pasado por varias salas de distintos países, a todas ellas ha llegado sin mucha pompa, pero con convencidos de que estaban ante algo interesante, ha producido comentarios positivos. Es el debut del canadiense Kyle Edward Ball, y tiene una cierta impronta de cine experimental, sobre todo por el final. No obstante en sí es un filme sencillo, fácil de seguir, pero curioso. Estamos en una casa grande en la noche, dos niños se han quedado solos en la oscuridad, con algunas luces pequeñas o tenues solamente en algunos pasillos. Juegan en la sala con el tv encendido. No pueden dormir. En esa oscuridad el director apuesta por trabajar con los miedos de la infancia, frente a esa oscuridad, agregando que los padres parecen haber desaparecido. En realidad los padres como que van y vienen pero son entes que se pliegan al miedo también. En un momento el padre llama a la distancia a sus hijos o les da algunas ordenes, luego desaparece, como si fuera parte de una historia tipo A sangre fría de Capote y la inminencia del peligro rondara como rezago. La madre parece caer en algún tipo de posesión a lo El proyecto de la bruja de Blair (1999). El filme denota inspirarse en conjunto en Poltergeist (1982), con entes demoniacos rondando el interior de la casa. El uso constante del televisor y los juguetes como fuente de terror son clásicos de esa película a su vez. El televisor siempre está emitiendo cartoons antiguos (de dominio público). Los niños pocas veces muestran sus rostros, vemos sus piernas o partes del cuerpo en movimiento. Se trata de un niño y una niña, suponen 2 hermanos. La imagen tiene la tonalidad del visionado nocturno o de la cámara nocturna, tipo Paranormal activity (2007). La cámara muchas veces simplemente se pasea por la casa, por ángulos tétricos. Hay un par de jump scare. También hay sorpresas visuales implicando a demonios consiguiendo posesiones. El filme en mucho es el miedo que le produce la noche y la soledad a los niños, sin el cuidado de los padres, recorriendo su casa. Pero hay algunos otros efectos, sonoros, estéticos y tomas que producen la sensación de miedo, así mismo la luz perpetra flexibilidad y tensiones. Es un filme que a ratos luce bastante básico, se mira austero, se ve de bajo presupuesto, tal es el uso de una única locación, pero al mismo tiempo se percibe audacia y originalidad. El final lleva sólo dos líneas que pueden asustar un poco, es un buen remate, así como los demonios parecen decir que ya cumplieron con su misión y con el uso del cine experimental vemos como se enuncia su retirada y su nueva búsqueda.