lunes, 22 de mayo de 2023
Air
Air (2023), de Ben Affleck, es una buena película, pero una película extraña o particular, ¿por qué?, pues es porque los héroes del filme son literalmente capitalistas, empresarios, el equipo de marketing y análisis de Nike, incluso el dueño de la empresa de zapatillas es protagonista interpretado por el propio Affleck. El filme utiliza toda la clásica construcción del emprendedor o luchador, del héroe que busca triunfar frente a grandes dificultades, el que enfrenta un gran reto y se presenta como un underdog y busca conseguir un gran logro, incluso histórico, pero éste gran logro es que Michael Jordan firme con Nike y le hagan una zapatillas con su impronta y todos puedan hacer mucho... ¿qué cosa?, sí, ¡dinero!, así tal cual, de paso siendo la historia de la creación de regalías para los deportistas que firman con marcas deportivas, es decir, Matt Damon interpreta al analista de basquetbol de Nike, quien escoge con que basquetbolistas, Nike debe firmar para marketear con ellos sus productos, que fue el que facilitó la creación en EEUU de contratos empresariales con regalías para los deportistas, llegando a defender a los deportistas (basquetbolistas) frente incluso al marketeo universitario. El filme es tal cual expreso, pero todo es lógico, es real, pero es capitalismo, competencia empresarial y libre mercado a la vena y, claro, uno dirá, ¿por qué no?, el cine aborda todo tipo de temas y aquí aunque finalmente se trata del vil pero necesario dinero, no habla ni de corrupción ni de inmoralidad, sino simplemente de gente que quiere ser millonaria, exitosa o mucho más adinerados de lo que son y su competitividad los lleva a querer ser la empresa numero uno del negocio, para el caso, de las zapatillas deportivas. Pero pongámonos en contexto, para los 80s, Nike no era aun el monstruo que es hoy en día, en particular en el básquet, primero era Converse y segunda Adidas en la pirámide del negocio del básquet y el trato con deportistas y productos alrededor de la NBA. Nike quería ganarles, ampliar y ser el primero en el negocio de venta de zapatillas de baloncesto, es ahí que entra a tallar la historia de las famosas zapatillas -las Air Jordan- que representan a Michael Jordan y fueron un boom entre los jóvenes y un quehacer superventas (hasta hoy en día, donde el mismo Michael Jordan está super beneficiado y de paso los deportistas que siguieron su ejemplo), el mejor basquetbolista de la historia y uno de los mejores de todos los deportes en general, pero que por entonces aun jugaba en la Universidad y estaba por pasar a la NBA. Pero éste legendario analista que hace Damon, Sonny Vaccaro, que no era deportista pero sabia como nadie de basquetbol, vislumbró que Michael Jordan sería el mejor de todos los tiempos y quería convencerlo de firmar con Nike, cuando tenían menos presupuesto, menos posicionamiento y menos influencia que Converse y Adidas. El filme juega con el marketing -medio que lo homenajea de paso-, lo vemos en toda la contextualización de los 80s, con la música, la comida, las películas, etc, pero se enfoca en el ingenio del analista Vaccaro que quería hacer triunfar su mirada selectiva, su noción empresarial y sobre todo del deporte, como parte del equipo de Nike. El filme es super dinámico, lleno de entretenimiento de principio a fin, es un cine comercial, popular y amable de suma calidad, con autoría, audacia y genialidad, porque para contar éste tipo de historia capitalista hay que tener personalidad y mucho cerebro para que guste a ese público masivo y clasemediero que lo ve en todo el planeta. Que piensen que en efecto Vaccaro quiere triunfar (como cualquier hijo de vecino), quiere tener valía, hacer historia a su manera, y que el underdog Nike pueda lograr vencer a los titanes de Converse y Adidas -con menciones a su procedencia o autores que lleva de verdad, perspicacia, audacia e ironía y que sirven para cotejar la elección en competencia-. Es una película que humaniza a los grandes empresarios -a los llamados en general de monstruos capitalistas, podríamos decir- y al equipo de análisis y marketing de una empresa; si esto no es una genialidad entonces no sé. El dueño de Nike, que como todo el filme es real, Phil Knight, es de carne y hueso, y un tipo con quien Affleck ironiza un poco, quien es medio extravagante -con su budismo y menciones de autoayuda-; todo esto hace del equipo de Nike gente a poder apreciar, cuando parece no ser lo clásico que gente común va a voltear a aplaudir. En un momento Knight (Afleck actuando; e ironizando como director de cine) dice que a él sí lo recordaran en el futuro de la humanidad porque ha hecho algo muy importante, comparándose un poco con Michael Jordan, aludiendo el gran discurso que hace Vaccaro. Otro punto es que el americano ideal y la película celebran el talento, la gente -visionaria- apoya el talento, quieren que triunfe, porque todos ganan al mismo tiempo, la gente ayuda y gana al mismo tiempo con el talento, es decir Vaccaro celebra a Jordan y triunfa por negociar con él, todos ganan dinero, todos enaltecen así su propia genialidad, cuando Jordan como bien dice la madre es el protagonista, el que hará con su imagen que todos esos jóvenes compren zapatillas costosas, que esas zapatillas se vuelvan una mina de oro, que todos las quieran comprar para coger un poco la esencia de Michael Jordan y que reflejan la pasión y admiración humana por el deporte. Es de ésta manera que la elección, anhelo y perseverancia de Vaccaro plantean que se confirme como un gran analista aplaudiendo la grandeza del prometedor Michael Jordan. Su inteligencia está en escogerlo y en poder entablar un vínculo sólido con su madre -buscar convencerla, en la performance de Viola Davis- y luego a esa vera con el mítico Michael Jordan y a quien curiosamente no veremos nunca visualmente-frontalmente en la película, ya que los héroes del filme son otros, visibilizando y celebrando lo que no es habitual o de típico interés general, pero el arte es hacer prácticamente de cualquier cosa, como el carbón, diamantes.