viernes, 7 de agosto de 2020
Black Sabbath (I tre volti della paura)
Las tres caras del miedo (1963), de Mario Bava, son 3 historias de terror magníficas. La primera solamente es algo sencilla, pero notable de todas maneras. La primera se llama "El teléfono". Inicialmente el teléfono se dedica a acosar a una bella mujer, a Rosy (Michele Mercier), a soltar amenazas de muerte. Se implanta el miedo, la inquietud, el suspenso. El teléfono suena y suena, propone nervio, tensión. Rosy deambula sola en el interior de su apartamento-sótano cada vez más preocupada, deja de ser un objeto sexual y sensual -dentro de un toque clásico-, para ser propuesta como víctima. Al rato entra a tallar una sutil relación lésbica pasada. El filme toma un giro algo curioso y luego otro más humilde, y en el transcurso llega la acción violenta. El siguiente cuento se llama "Los wurdalak", adaptación de una famosa novela corta de Aleksey Tolstoi, y es una historia de vampiros, que tiene en escena al gran Boris Karloff que a los 75 años de edad todavía sigue en forma para poder asustarnos. Éste relato dura 45 minutos más o menos, y es el más extenso del grupo. En éste se distingue la idea de la familia vs la pareja romántica, donde una mujer debe elegir entre uno de los dos, con una familia tóxica de por medio. Se trata de una familia dominante liderados por un patriarca que quiere que Sdenka nunca se vaya de su lado, del hogar, del territorio. Pero la idea más poderosa del relato es la de poner a escoger el amor de madre con el de pareja, dejando en claro que el de madre es superior. Hay una escena magistral donde un niño pequeño llama desde afuera por el frío que padece implantando el terror a todos menos a la madre que yace desesperada por velar por él. Karloff da miedo, luce un semblante de tipo monstruoso, como si no durmiera hace días, estuviera enfermo o personificara un adicto a las drogas en estado de desesperación. En el presente relato hay su buen suspenso. También es notable toda la contextualización gótica. El mejor relato de los tres, aun cuando el de Los Wurdalak es bastante bueno, es el último, "La gota de agua". En éste se ve una historia clásica de terror, de intimidación y muerte por parte de un fantasma y una especie de maldición. Una gota de agua ubicua penetrando en el cerebro, un anillo gigante como tentación de corrupción, un rostro temible, macabro y significativo, una mosca enorme molestando, salida a cada rato de la nada, todos ingredientes maestros para concretar una gran historia de miedo. La cara burlona y enloquecida persecutoria de la anciana médium es de antología, de las mejores del género, del tipo de una muñeca antigua con expresión de payaso grotesco. También es magistral cómo Bava hace lentamente de quedarse solo en casa un infierno, plástico/flexible con cada pequeña pieza saltando de una a otra y viceversa, como si se estuviera tocando una partitura de piano hasta llegar al paroxismo del miedo. La codicia por lo ajeno como leitmotiv.