lunes, 7 de noviembre de 2022
Modesty Blaise
Modesty Blaise (1966), de Joseph Losey, es una sátira de las películas de James Bond, con una agente así de espectacular como él, interpretada por la italiana, la bella y carismática, Monica Vitti. Ya el nombre habla de sorna, la protagonista se llama Modestia, todo lo que no es James Bond, un superhombre, un tipo de ego colosal, ésta es la versión femenina de todo ello. El filme no tiene grandes escenas de acción, aquí todo parece broma. Modesty pelea prácticamente a cámara lenta, se ve muy común, aunque aun así Losey se las arregla para presentar ingenio en los combates cuerpo a cuerpo, aunque van de muy simples. Modesty tiene un aliado, Willie Garvin (Terence Stamp), que es un seductor. Modesty lo estima bastante en particular, pero como dice él, no sabe porque nunca han tenido relaciones sexuales. Modesty es liberal sexualmente, pero no es algo que lo tenga todo el tiempo presente, aun cuando estamos en los 60s. El enemigo lo interpreta Dirk Bogarde como Gabriel, quien parece un simple millonario disfrutando de la vida; lo de ser una mente maestra del crimen parece secundario aunque ésta es la idea de su personaje que se presta a la broma. Lo acompañan siempre su amable pero lógicamente preocupado contador y tiene una ejecutora guardaespaldas que poco se parece a ese estilo comiquero y fantástico de las clásicas películas de estilo Bond. Ésta es la señorita Fothergill (Rosella Falk), la que goza torturando y es también bien sexual, pero esto último queda en el guiño. El filme tiene giros, pero la premisa es sencilla, el servicio secreto británico quiere que un jeque árabe reciba unos diamantes para beneficiar con petróleo al estado inglés, pero ésta entrega corre peligro porque hay muchos ladrones y criminales en busca de los diamantes, como Gabriel, y hasta la propia Modesty que es una ex ladrona. El filme no se toma en serio nada, pero tampoco cae en ser una comedia sin contención o exagerada; su comedia es suave, tiene una ironía elegante o cuidada, pero cercana. Exhibe un nivel de seriedad aun así, la broma a veces es muy suave, puede que por ello sea un filme que no gusta mucho al gran público, y sea más una película medio de culto, como para cinéfilo hardcore. No es que sea una propuesta demasiado graciosa, no es que tenga mucha acción decente, pero todo esto tiene estilo, es un filme que parece como muy relajado, como quien yace con flojera, aunque no es que el ritmo sea malo, sino que no es un filme de adrenalina, sino ilustrado por gente ordinaria en personajes distintos a lo que representan. En un momento Gabriel deja la posibilidad de perdón a Modesty si ésta acepta ser su pareja. Modesty responde siempre como una party girl o una mujer de gran personalidad, pero de guerrera amazona no tiene nada, igualmente tanto Stamp como Vitti destilan notable simpatía. Éste filme no sigue los parámetros del cine de acción, y se hace impredecible en las respuestas de actividad que se dan, esa es una forma de comedia también, y de cierta originalidad, dentro de un cierto estilo propio. Es una película amable, pero como no es propiamente un filme de acción y su comedia es suave es claramente difícil de que guste fácilmente, es medio inclasificable y eso lo hace curioso. Es como hacer todo con cierto adrede desgano, pero es solo una apariencia, mientras la gente reboza de personalidad, y no le falla el ritmo. Incluso el esperado combate de Modesty con Fothergill es despachado como quien se saca de encima un pequeño estorbo. El servicio secreto británico liderado por Gerald Tarrant (Harry Andrews) también luce ocioso o muy pasivo, parecen andar en plan de cocteles, observando y pensando todo con lentitud abierta. Todo esto luce adrede y marca estilo, sin malograr la atmósfera de pseudo acción James Bond. Sin duda, éste es un ejercicio de personalidad y un lujurioso fracaso de recepción fácil. Aquí no hay computadoras, no está abierta la puerta de Jason Bourne donde cualquiera puede ser un héroe de acción de los más bravos, ni tampoco siquiera se han buscado dobles para las peleas. Vitti es tal cual, se mueve con la gracia de una mujer bella y simpática, solamente. Es un filme malo a vista y paciencia de todos, imitando a James Bond, pero eso es, una sátira para cinéfilos raros, hardcore.