viernes, 8 de julio de 2022
Misery
Misery (1990), de Rob Reiner, es una de las mejores adaptaciones cinematográficas de un libro del prolífico Stephen King (dueño de tremenda imaginación y sin duda maestro del género de terror), escritor que ha sido llevado a la gran pantalla en montón de oportunidades. En Misery se puede pensar que Stephen King hace justicia a su memoria quizá o entrar en ese juego anecdótico, como el bullying escolar -quizá bajo el cliché de algún gordito abusivo- o incluso con el retrato de una pareja, si pensamos en que la escritura se alimenta también de nosotros mismos, no solo de lo interesante que encontramos alrededor. Misery a cierto punto es políticamente incorrecta, sobre todo para hoy en día de feminismos furiosos y ubicuos, porque uno puede sacar una lectura adicional de Annie Wilkes (la gran Kathy Bates, que por ésta actuación se hizo merecedora del Oscar), uno puede pensar con Wilkes cómo son las mujeres en general, es decir sin exagerar, pues Wilkes es una psicópata, una criminal, uno puede pensar que las mujeres suelen tener esos cambios radicales de humor y reacciones fuertes de imprevisto que tiene ella, esa bipolaridad de la protagonista, de señalar los tantos cuidados que hace para quien manifiesta amar y en otros ponerse muy fastidiosa y hasta violenta cuando algo le disgusta. Wilkes es un personaje riquísimo y desde lo frontal y claro. Soy tu fan número uno, le dice varias veces a su escritor favorito, a Paul Sheldon (el querido James Caan, que hace tan solo 2 días atrás acaba de morir), a quien ha secuestrado, y deja ver un poco que hasta pudo ser la que ocasiono su accidente (le dice que lo venía siguiendo y que sabia que pronto se iría). La parte donde se ven las piernas hinchadas y deformes de Sheldon como también la parte donde se venga Wilkes con el martillo al conocer el odio que le tiene el discreto Sheldon son terror puro, se siente escozor. Otro momento glorioso es cuando falla de manera muy simple un plan maestro de Sheldon de quitarse de encima a Wilkes. Ya cuando leemos el libro de recuerdos de la psicópata, y sabemos quien es en todo detalle, resulta la cereza del pastel pues el magnífico y macabro personaje ya está super consolidado. El disparo con la escopeta es violencia en toda alevosía y una obra de arte del poder de locura y con quién tratamos. Misery es un puerco y una mujer sufrida destinada al abismo (muerte que hace temblar hasta el espectador cuando Wilkes pierde los papeles), lo cual es la propia enfermera desequilibrada, en el horror de lo extremo y otro acto recurrente de política incorrecta en tiempos de tolerancia cero, todo lo que hace una genialidad de ésta película aun cuando la lucha entre Wilkes y Sheldon llegue a lo más vulgar (y realista), a la acción pura y dura desde la expresión de ninguna ciencia, sino de la desesperación y lo bruto. Sheldon es un escritor de fan de pueblo, y esa aura de llaneza es otro plus del filme que se maneja con veracidad para que aquella gruesa mujer de apariencia humilde aparezca en su vida como la pesadilla en persona. Cuando ella se sincera y dice ser poca cosa para él, Sheldon ni se inmuta, no miente, no la consuela, así es de dura su vida, aunque esa misma dureza sea la que lleva en la personalidad Wilkes, y sea tan devastadora. Recuerda un poco a la enfermera y asesina real Martha Beck de la que se basó Los asesinos de la luna de miel (1970). Richard Farnsworth con 70 años como el sheriff del pueblito donde vive cerca Wilkes es también tremendo acierto. Aunque es bien viejito y pasa por débil físicamente es inteligente y lleva una muy buena investigación. Además el sherriff y su ayudante secretaria complementan la imagen de la relación macabramente afectiva entre Wilkes y Sheldon. La enfermera y el paciente forzado parecen dentro de una comedia romántica perversa. El sheriff complementa, suaviza y balancea, la imagen general con una situación de pareja de amantes adultos viejos que tienen sus fricciones pero se lo toman con relajo e ironía y amabilidad. También es curioso pero bien hecho como relaciona el Sheriff una línea del libro de Misery con una respuesta de la enfermera psicópata, más el carácter intratable desde lo público. Inicialmente parece será una tontería, como el ritual de Sheldon al terminar de escribir un libro, lo de que el sheriff quiera leer la saga de Misery como pista, pero llega a tomar mucho sentido y hasta audacia.