domingo, 30 de enero de 2022
Festival de Rotterdam 2022: Eami
Eami (2022) es una docuficción de la paraguaya Paz Encina, sobre los indígenas Ayoreos, ubicados en la región del Gran Chaco. Paz Encina hace una película poética de raíz contemplativa, ritmo lento y exposición mínima; la naturaleza tiene mucha injerencia, la cámara se detiene en las plantas, en las lagunas, en la tierra, son personajes importantes también. El filme abre con 8 minutos de cámara estática sobre el clima agresivo atacando unos huevos que sobreviven frente a la inclemencia, símbolo de la misma sobrevivencia indígena en el Gran Chaco, sobre todo cuando cazadores y gente no Ayorea, llamados coñones por los indígenas, los agreden; buscan quitarles sus tierras, los invaden, los matan, los expulsan. Es un retrato de infancia también, siguiendo el camino existencial de una niña llamada Eami; así mismo la tierra, el bosque o la selva también se les dice Eami en su lengua; los hombres Ayoreos son pájaros también; las plantas, las piedras, la tierra tienen vida en la cosmovisión poética y mitológica de los Ayoreos, los que yacen con los ojos cerrados, los que soplan sobre cuerpos desnudos buscando la sanación, donde la infancia es el futuro (los adultos mueren de melancolía fuera de sus tierras, les resulta complicado adaptarse a otra realidad que no sea la suya o la antigua). Vemos que hay una dimensión histórica en el filme, con cierto perenne colonialismo en el Gran Chaco, uno que hace de destrucción y también de pseudo protección, cuando los Ayoreos sólo quieren vivir libres y autónomos en sus tierras, con sus reglas, lejos del colonialismo y las invasiones, lejos de los de afuera, buenos o malos, lejos de todos los coñones (señalamiento general). Eami, la niña que abrirá los ojos, que dejará de dar la espalda, que dejará de caminar taciturna y silenciosa sobre el barro, tiene un maestro, llamado lagartija o lagarto, un hombre viejo. Ambos hablan -y mucho- en voz en off, remiten a los que han muertos, a los padres, a los desaparecidos, a los amigos que siguen buscando. Todo tiene vida para los Ayoreos, Eami es una y muchas cosas. Éste filme etnográfico, basado en estudios de ésta directora paraguaya y en sus entrevistas es más que un documental convencional, es cine arte minoritario, de lento cocimiento observacional, con tomas priorizando detalles aparentemente minúsculos propios de la cámara próxima, es el lente agigantando lo básico. Los Ayoreos están desprovistos de adornos, yacen descarnados aunque puestos a menudo de espaldas y ciegos, sin poder ver -quizá su futuro, quizá pesimistas, aunque la esperanza es lo último que pierde la humanidad, de la que sea-; la poética de Paz Encina es en parte la de la utópica libertad de reglas aplastadas por la llamada civilización, pero Eami, como la tierra, como el bosque, abre los ojos y encara el mundo, violento, cruel. Nos toca humanizarnos todos con ellos, más que a ellos civilizarlos.
Festival de Rotterdam 2022: Malintzin 17
Malintzin 17 (2022) es una pequeña y humilde película, tanto como amable y en su punto de sensibilidad. El director es el documentalista mexicano Eugenio Polgovsky que murió inesperadamente a los 40 años, en el 2017. Éste material documental que forma el filme lo grabó durante el 2016; dejó la presente obra inconclusa -sin editar o musicalizar- y su hermana, Mara Polgovsky, lo halló y lo completó y es la que lo ha llevado a exhibir en la competencia principal del festival de Rotterdam 2022. En éste se documenta la simple cotidianidad, desde la ventana de un segundo piso que da a la calle que da nombre al título que es donde vivía Eugenio con su pequeña hija de 5 años con la que comparte toda la película. Presenciamos un fuerte y hermoso vínculo entre padre e hija, ellos conversan bastante mientras observan mucho su calle; la niña, sobre todo es la que habla al tiempo que se entretiene sin esfuerzo; la pequeña expone ideas infantiles y a la vez creativas desde la inocencia y espontaneidad de su edad. Eugenio le hace preguntas sencillas sobre que va pasando por su cabeza mientras comparten la grabación, cuando ella juega dentro de la casa con cosas intrascendentes o se pega por la ventana; su interrelación se siente muy fresca y relajada. Observan en especial día tras día un nido de paloma que yace sobre unos abultados y feos cables de luz -en un microcosmos rudo, peligroso, mezcla de lluvia con electricidad-; es el nido como el de ellos -de tenue melancolía- en el que se percibe identificación y un gran deseo de protección, empatía y sentimiento, como la propuesta, sin exagerar. Por la calle Malintzin pasan diferentes trabajadores, empleados de gas, cargadores de agua en bidón, barrenderos, vendedores de comida, etc. o simple gente que baja de sus autos, vienen de visita o regresan a su hogar, llegan a la zona tranquilos, distraídos en sus propias existencias anónimas para la cámara voyerista, positivamente valorativa y curiosa -esa que se escabulle a la menor inquietud-, o pasean laxos con sus perros o algunos juegan al skate entre otras cosas que el lente mira rodeándose de la calidez de lo simple y no menos atractivo. Es el aprecio por lo que damos por sentado u ordinario y no menos bello, más allá de las apariencias que tienden a minimizar estos momentos o hasta a darlos por aburridos.
sábado, 29 de enero de 2022
Festival de Rotterdam 2022: Proyecto Fantasma
Ésta película del chileno Roberto Doveris mejora bastante su anterior propuesta, Las Plantas (2015); acá hay mucha solidez narrativa, mejor estilo y más lograda personalidad. Vuelve parte de la historia anterior y se anexa perfectamente a la nueva, como algo complementario menor. La presente película es LGBT y tiene de protagonista a Pablo (Juan Cano), un aspirante a actor, que se interpreta de paciente para que futuros doctores hagan especies de prácticas de consultorio y también se presta de ayudante para un lugar de sanación holístico. Pablo es abiertamente gay y sus padres, amigos y entorno lo saben, en ese sentido es un tipo realizado. No obstante está sólo y anda en búsqueda de pareja. Pero más le importa conseguir destacar en el cine, tener también dinero. Como se puede ver hay varias cosas curiosas a las que se dedica el protagonista y yacen consolidadas, son creativas y logradas en la historia, están bien desarrolladas, desde el universo gay en que se mueve Pablo, que hasta Alberto Fuguet funge de gurú. En el filme hay muchos personajes curiosos al estilo de un lugar de variedades, es todo un mundo particular en el que Pablo se moviliza y se ve natural, auténtico en pantalla, ahí se incluye a la cantante argentina Violeta Castillo, con su background de Las Plantas. Doveris ha conseguido formar un lugar de identidad, poniendo mucho de él, incluyendo su apartamento. Otra curiosidad es que hace presencia un fantasma y hay una línea narrativa que recorre todo el filme con ello, se presta para la broma y distintos momentos y hasta para un extraño encuentro de sexo, el único momento de cierta vulgaridad si se quiere, pero un momento de identidad y coherencia con lo que representa ésta obra y al grupo LGBT que es en realidad el principal público objetivo. Éste filme compite por el máximo premio del festival de Rotterdam 2022 y como tiene un universo propio bien estructurado y ejecutado y un colectivo detrás fácilmente podría conseguir ganar. A su vez se percibe (necesaria) espontaneidad, relajo, porque trata con la vida diaria de una persona joven. En la película se posa regularmente cierta novedad -siempre entre amigos, conocidos y similares- encaminada con la cotidianidad de una cosmovisión.
viernes, 28 de enero de 2022
Festival de Rotterdam 2022: France
France (2021), de Bruno Dumont, es una película atrevida, no teme la autodestrucción, a ratos es muy sarcástica, tiene humor negro duro, se burla con brutalidad (en extremo, como los bravos y audaces pero inteligentes, aunque kamikazes). Léa Seydoux es una musa a lo amante real de Ingmar Bergman, aunque puede que para Dumont sólo halla sido un amor platónico y cinéfilo. La explota hasta la extenuación, la hace llorar hasta el agotamiento, una y otra vez (llegando a la posible exasperación), la pone como una mujer depresiva, aunque no es para menos, su trabajo, su enorme popularidad y éxito le viene no solo por su pasión, talento e inventiva sino por dejar a un lado ética, moral, empatía verdadera, sensibilidad y hasta humanidad. Dumont da tremendo golpe al periodismo en general, al televisivo en especial. Éste director francés últimamente se ha volcado hacia la comedia, ésta vez con furia, poniendo toda la carne en el asador. Pero lo hace bajo esa advertencia simbólica del loco vándalo que destruye una bicicleta aparentemente de la nada frente a France (Seydoux) y su marido, interpretándose que el mundo del triunfo, el dinero y la popularidad puede significar sacrificios de todo tipo, otra clase de duelo, un sentido de culpa constante (pensando en gente normal que es capaz de reflexionar y guarda algún escrúpulo); también que para ejercer la personalidad auténtica, aquella proclive a caer en ser un verdadero kamikaze, existe mucha probabilidad de terminar hecho pedazos como con ese ataque "inesperado" y de primera impresión extraño. Dumont hace lo que quiere, fiel a sí mismo y es lógico que a muchos fastidie o desagrade, pero es notable que mantenga su libertad, su cualidad de autor que nace de él, al ser también el guionista de la película. Tendremos un filme que empieza engañando un poco, algo condescendiente con su protagonista y lo que representa, el periodismo, pero a medida que va avanzando se desviste de máscaras y matices y ataca como tiburón hambriento. No obstante manteniendo la honra personal, no buscando efectismos baratos, porque éste filme también es mucho un cuento, una ficción, y van sucediendo cosas como cualquier relato con una protagonista que va revelando capas de su personalidad y existencia. Es un humor inteligente, no es de risa fácil, aunque hay sus momentos bobos y algunos ratos obvios, pero tampoco le hace difícil el entendimiento a un público amplio. Tiene una secuencia crítica con un accidente, se ve venir, pero lo hace como si fuera una elegante clase de danza, con vasta maestría, pero aun así no teme arriesgar. Le queda perfecta, aun cuando pocos se hubieran aventurado a hacerlo y salir airosos en el trayecto. Seydoux es una musa total, es bella, es común, es gigantesca, es pequeña. Su personaje posee una poderosa personalidad, aun cuando puede caer en la estupidez y en la torpeza cuando habla y hasta actúa. Estos errores la muestran humana, aun siendo recriminable en muchos momentos. Se le ve tanto por encima del mundo como sufriendo sus decisiones, manifiesta un ego en lucha. Seydoux no sólo es muy hermosa (y hay hasta una mención de ello irónica), es una actriz de primera, maravillosa. El momento con la esposa cándida del asesino ya deja todo bastante claro, qué periodismo sobresale, cual va a ser el precio que muchos irán a pagar por el éxito, todo bien reflejado en las miradas sugerentes, prodigiosas y cansadas de Léa y su personaje capaz de atravesar plena guerra riendo para luego terminar llorando.
jueves, 27 de enero de 2022
Festival de Rotterdam 2022: Eles transportan a morte
Es una película española dirigida por Helena Girón y Samuel M. Delgado, de esas de bajo presupuesto, minimalista, narrativa austera, de tiempo lento y con su toque intelectual. Donde si hubo su presupuesto -si es que no fue digital- es cuando vemos la enorme carabela de Cristóbal Colón asomarse a la bahía de las islas canarias y descender a sus tripulantes tras 3 hombres y ex compañeros que han hundido una de sus embarcaciones y huyen para salvar sus vidas; persiguen a 3 ex presidiarios condenados a muerte. Sin duda suena a una interesante película de aventuras con trasfondo histórico, pero esto es cine arte minoritario y pues sigue otras reglas. No obstante no hay que mezquinarle su cierta ración de aventura y expectativa, en ésta persecución, la mitad del filme, donde asistimos al acondicionamiento y sobrevivencia de estos traidores si se quiere en éste territorio medio indómito aun para la época, fines del siglo XV. En su aspecto intelectual puede sentirse un mínimo de trasgresión política, es decir en lo que se llega a trabajar más que a sugerir; aquí Colón es a grandes rasgos una mala persona, acháquesele ambición desmedida, nada altruista, y harta muerte en el descubrimiento de América. Estos 3 presidiarios se rebelan contra él y puede que contra sus ideas, aunque son tipos lumpen y gente en quien no se puede confiar y lo que hacen está en su esencia. Se llega hasta cierta fantasía Tarantinesca con el cierre de ésta persecución en pantalla. La otra mitad es otro viaje de salvación, de una mujer de mediana edad -con habilidad dramática y también por la puesta en escena- por su hermana joven que se ha arrojado al vacío a lo Midsommar (2019); ella hace un viaje de espíritu existencial, zen, reflexivo, con unión con la naturaleza, aun frente a cierta violencia previa. Hay un pequeño enlace entre las 2 historias de corte básico experimental. No es mucho lo que vemos, pero alcanza a compenetrar con estados físicos de cansancio, miedo y anhelo de libertad y sanación. Lo político de éste filme es algo que se sabe, una parte de la historia para complementar, pero no suele tocarse mucho y ya por ello hay un mérito. Ésta propuesta prodiga una escena ingeniosa en especial, desde lo sencillo, con la erupción de un volcán, los cortes de cámara, destellos e iluminación, y lo que perciben y sienten estos fugitivos. También existe una risa muy representativa durante la fuga, de desprendimiento emotivo, una que descoloca pero desnuda el alma discutible de sus protagonistas.
miércoles, 26 de enero de 2022
The lost daughter
Éste filme transcurre en una isla griega, trata sobre las vacaciones de una mujer de unos 47 años que yace sola, Leda (Olivia Colman). Leda sufre por su pasado, pasado que gira sobre su maternidad. Ella dice ser antinatural como madre, de ello sale una trama con el robo de una muñeca. El filme maneja muchos frentes de tensión y pensamiento, siempre sobre el eje de la maternidad, su dificultad hasta cierta mortificación y nuestra natural imperfección, sobre todo frente a arquetipos que actualmente se están reflexionando y desnudando a través de una óptica de nuevo feminismo. Ser madre implica responsabilidad y sacrificio y no todas están dispuestas a asumirlo o lo aprenden de mala manera, porque no se suele hablar de lo complejo que es criar hijos, niños. De todas formas amor es amor y ese sacrificio nunca opacará éste amor. Es un filme curioso a un punto, muy moderno, pero es un tema que ha estado siempre presente, sólo que ha sido poco discutido. El filme es creativo en mostrar ésta temática, en las formas que usa, son varios conflictos. Es un filme que tiene muy presente la culpa, el remordimiento, el sufrimiento siempre late ahí cerca, y llega a lo físico en Leda, ella se marea, pierde el equilibrio, mientras le atacan los recuerdos, los flashbacks, todos valiosos, virtud del filme, no cansar con ese recurso, siempre complementar el presente y la historia con otra gran y novedosa actuación, estos flashbacks no están por gusto ni por adorno, muy bien ahí Jessie Buckley, con un toque entre sensual e intelectual, entre priorizar ser madre o trascender en la profesión y en nuestra personalidad, porque hasta ésta merma frente a la crianza. El filme adapta a la italiana Elena Ferrante, es un seudónimo, no se sabe al 100% quien es en realidad. Es el debut de Maggie Gyllenhaal y es tremendo debut, por la puerta grande, y un éxito de producción de Netflix. El contexto es de una familia criminal que también está vacacionando en la isla, donde es "curioso" ver que Leda se siente identificada con Nina (Dakota Johnson) y su pequeña hija; en realidad es con cualquier madre y su devoción puesta a prueba, pero de esto va el filme y lo hace muy bien. Ayuda también en la identificación que Nina es una chica complicada, es en mucho una fémina de espíritu rebelde, de carácter trasgresor y atrevido, aunque aparenta cierta docilidad, amabilidad que se nota más en una joven Leda pegada más a lo intelectual. Nina luce como la típica mujer de un gángster, más allá de que muchos jóvenes hoy en día lucen así también para pasar por actuales o cool. Hay una interacción entre Nina y Leda que es incomoda, de cuidado, y a su vez de mutua atracción, no sensual, de personalidad. Es un filme donde Gyllenhaal arriesga y sale victoriosa, también es una obra muy americana desde la gente llana. El personaje que hace Ed Harris igualmente es glorioso, luce un lado romántico y humano muy sólido; representa muy bien su edad, 70 años, y no luce antinatural con el espíritu joven escogido.
sábado, 22 de enero de 2022
El Páramo
El Páramo (2021), es el debut de David Casademunt, es una película española que está en Netflix que ha ayudado con su producción. Es una película que a pesar de contar con muy pocos personajes, una familia, papá, mamá e hijo, y la llegada de un cuarto personaje y yacer en una única locación, una amplia casa de madera en pleno desierto, no luce como una película de producción humilde; el clima y como se va mostrando la casa por dentro y por fuera indican una estética laboriosa, la casa es parte del terror en muchos sentidos. Es un filme que tiene de Ripstein inicialmente, luego de M. Night Shyamalan, más tarde de El resplandor (1980), y por último de REC (2007, la mejor película de terror que ha dado el cine español). Es una propuesta que se plantea también al estilo de Shutter Island (2010), aunque con menor virtud. En sí su terror ciertamente es sencillo, no hay nada excepcional. No obstante hay sus escenas decentes de tensión, como con el niño con la cara cubierta por la sábana del tendal o cuando lo vamos oyendo mientras se mete y sube por la chimenea, hay su buen juego con el fuera de campo y con las expectativas, aunque pudo ser mejor. Asier Flores, interpretando al hijo, está más que bien en su papel; puede que se le obligue a andar a cada rato muy emotivo y nervioso, pero no es para menos, cuando el asunto del filme es perder a tus padres y de manera horrible; asoma mucho el suicidio, en el relato y el terror es interesante, como una especie de enfermedad que se produce por el agotamiento y sufrimiento de vivir en el aislamiento, cójase lectura pandémica, y también por el miedo, a algo sobrenatural y también por algo real, la guerra, cualquier guerra en realidad o situación extrema, aun apuntando a una época, el siglo XIX. La bestia, mujer sí, es un pequeño cuento cíclico, como con las manos cortadas por el esfuerzo; Diego es el padre del mañana, aunque en su vida se percibe resiliencia, un aprendizaje. Casademunt opta por un terror diáfano -quizá demasiado-, honesto y directo en mucho, más allá de ciertas apariencias y siempre con la plasticidad al ras, pero maneja varios momentos de suspenso y tensión. Los padres van contaminándose (bien una visceral Inma Cuesta como un inquietante Roberto Álamo); el páramo enoja, deprime y enloquece, el problema es que al filme le falta más originalidad y un poco más de fuerza; es un cine de alta estética -con un notable trabajo nocturno-, pero de espíritu humilde. Se nota la influencia del cine americano y universal en general, dentro de uno elegante si se quiere, sin pretenciosidad.
miércoles, 19 de enero de 2022
Amarcord
Se basa en un pueblito cualquiera italiano desde lo ficticio, pero en realidad representa a Rímini, ciudad donde nace el director del filme, Federico Fellini. Es una representación donde hay mucha predominancia del sexo, del deseo por las mujeres, a partir de los adolescentes en especial, encabezados por Titta (Bruno Zanin), aunque Zanin tenía ya 22 años por ese entonces. Se desean a muchas mujeres, hay hasta una loca ninfómana que supura vulgaridad e incomodidad (interpretada por Josiane Tanzilli). Fellini puede ser muy crudo y un poquito cruel con su ironía, pero éste filme tiene muy buena comedia en general, compartida con momentos dramáticos, dentro de un fuerte inicial costumbrismo. Presenciamos a una mujer que vende tabaco también deseada por todos, una gorda de tetas gigantescas, interpretada por Maria Antonietta Beluzzi. Ésta película está plagada de personajes memorables. Otro de ellos es Gradisca (Magali Noel), una cuarentona en el top de los anhelos sexuales de los hombres del pueblo, aun cuando teme quedar solterona y espera a un hombre ideal. Asistimos a una leyenda que más es sueño de ella donde tuvo relaciones con la realeza y de ahí le ponen sobre su ser un halo de mito erótico, de cierta elegancia propia de las estrellas de cine. Es una obra también muy cinéfila, los personajes van mucho a salas de cine a dejar volar la mente por sobre la normalidad de vivir en un lugar tan pequeño, porque éste filme es mucho sueño, ilusión, fantasía, derrotar el día a día, lo monótono, y se consigue fácil y elogiosamente, hay optimismo y vibras, aun en una época fascista (los 30s) de donde hay un sugerente gran despliegue violento tras un gramófono. Hay incluso su buena cuota de ironía sexual cuando unas mujeres honradas se sientan en sus bicicletas; la cámara pone el lente una a una sobre sus traseros voluminosos y de todo tipo poniéndose sobre sus asientos. Por otra parte también es un retrato familiar, en particular sobre la familia de Titta, que tiene el desparpajo, gracia e irreverencia tipo de The Simpsons, cero romanticismo, harto grito y bulla normalizada. El padre es un tipo que viene de abajo -y ha crecido, ha tenido éxito- y es honrado pero un cascarrabias con su familia. La esposa es noble, pero tampoco aguanta pulgas. Participa mucha broma intensa en la mesa familiar, punto "mágico" de reunión. El padre lo interpreta un perfecto Armando Brancia y la madre otra perfecta Pupella Maggio. Es un retrato poderoso el de ésta familia, llena de emociones que se perciben fuertes, duras y auténticas. Ésta es una de las obras magnas del cine italiano y del mítico Fellini, ganador por ella de un Oscar y de otros 3 más por otras películas suyas y hasta uno honorífico; Fellini tocó el cielo de lo popular desde el cine arte y el cine más personal y con personalidad, un triunfo en toda la palabra. El hermano flaco y loco en el árbol lanzando piedras es otro de esos momentos de gloria e inventiva de éste maestro italiano. El final en la fiesta al aire libre, típica italiana, de la celebración matrimonial, propio del carnaval y de la identificación, sentimiento y unión de todos los del pueblo es un alarde de simple talento autoral, de vitalidad, de fuerza, gracias a la dupla en el guion del mismo Fellini y ese genio que es Tonino Guerra.
Giulietta de los espíritus
Ésta película de Federico Fellini, el autor italiano más celebrado de su país, es muy rica en ideas, entretiene, es un poquito complicada, ya se ve a través de ella el cine que tendremos mucho hoy en día, el cine raro, aunque todavía se deja entender, aun mantiene un pie en lo clásico, pero ya la década de los hippies la tiene coqueteando con nuestra última modernidad. La musa de Fellini es Giulietta Masina, su esposa en la vida real y una estupenda actriz. Es curioso pensar cuanto de su vida personal (de su matrimonio) hay en ésta película. En ésta obra Masina se entera que su marido, Giorgio (Mario Pisu, que parece un Marcello Mastroianni de reemplazo, parecido un poco físicamente y en estilo), le engaña. Giulietta, un pequeño guiño quizá, se llaman igual, ama con vehemencia a Giorgio y pasa por un trance terrible al enterarse de su infidelidad y posible adiós. Es una historia donde Giulietta puede también ser infiel, pero un gracioso Fellini la hace ver demonios cuando lo pretende. Es un mundo donde hay mucha prostituta y circo. La prostituta no es una figura para maltratar, más bien se le enaltece, tal cual. Es una mujer fácil, pero también fuente de seducción, de pasión, incluso de enamoramiento. No deja de ser promiscua, ni sexual, pero puede llegar a ser una maestra de la vida en el imaginario de Fellini. Es el culto a los femenino, desde el deseo. La bella y apetecible Sandra Milo hace de prostituta, curiosamente va a instruir y mejorar la vida de la protagonista, una mujer de su casa. Masina más allá de una apariencia de señora elegante y educada, pero amable y simpática, como buena actriz no teme tomar riesgos y romper un poco su imagen preconcebida. No obstante Fellini tampoco la pone mucho en peligro. Giulietta pasará por varias tentaciones mientras trata de lidiar con la decepción. Es un filme un poco extravagante, de colores chillones propios de la época. También la protagonista tiene una fuerte carga psicológica, vemos figuras de represión partiendo de la infancia y también al abuelo como héroe. El filme igualmente plantea fantasía, como cuando Giulietta a través de un gato en lugar de un conejo entra en un especie de mundo de Alicia en el país de las maravillas, que irónicamente se trata del ingreso a un burdel donde Giulietta nunca se siente incomoda, sin ser promiscua. Sin duda hay ideas muy de avanzada, pero también es muy propio de los 60s. A Susy (Milo), que no duda en hacer un trio (Fellini sólo lo sugiere), no le cae mal cuando le dicen puta. Giulietta también tiene su personalidad, como con toda su interacción con esa vecina guapa de vestidos muy llamativos que suele buscarle. Fellini quiere ser raro, se le nota, por ello presenciamos a una anciana vidente que parece sufrir de alguna deficiencia mental (con una ayudante de la India que luce comedia gestual). Es una obra que se atreve a enfrentar el ridículo, no le teme, y finalmente triunfa. También porque siempre es coherente, por más especial que se ponga. Masina nunca deja de generar empatía y se mueve sin dificultad en un ambiente atípico a ella, esto otorga personalidad al producto. Giulietta luce como parte de cierta clase alta, pero se comporta con humildad natural. Puede que Fellini sea un poco ligero tratando la locura, pero parte de la idea de amor familiar tradicional y es interesante ver como sin vender su alma congenia con ideas distintas, el mundo del libertinaje y lo formal.
viernes, 14 de enero de 2022
10 Rillington Place
10 Rillington Place (1971) es otra joya de asesinos en serie perteneciente al americano Richard Fleischer. Ésta es una película británica que nos cuenta sobre el asesino en serie inglés John Christie, un tipo que mató en su casa entre 6 a 8 mujeres, incluida a su esposa, a las que estranguló, antes durmió con gas y violó más tarde, practicando hasta la necrofilia. Christie actuó entre 1943 y comienzos de 1950. El filme es un biopic sobre éste asesino en serie, un tipo muy frío para matar, interpretado por el actor y también director de cine Richard Attenborough. En ésta propuesta vemos que Christie parece un tipo amable, se muestra muy inteligente, sobre todo en contraste con Timothy Evans (John Hurt). Hurt hace de un joven ignorante, inclusive lento, de quien Christie se aprovecha en particular y destruye. Hurt está magnífico, hace tremendo duelo de talentos con Attenborough. Christie fue militar y policía, sabe de leyes, esto le servirá para salirse con la suya. Es un tipo violento, pero parece un intelectual, habla suavecito -y hay toda una historia y psicología en ello-. Pero es un desquiciado y muy peligroso. Es una delicia ver éste personaje, salido de hechos reales, pero tiene harto material para personaje de cine. Christie acecha a los inquilinos de su edificio, mira siempre libidinoso a las mujeres, las desea por la fuerza. Hay una gran injerencia de la relación entre la familia de Timothy y Christie. El filme muestra como operaba, como éste asesino en serie preparaba sus trampas para matar. Presenciamos un juego de personalidades entre Christie y Timothy, uno no sabe que está cavando su tumba, que están cavándola. Se produce un juego diabólico muy bien desplegado en una pequeña zona. Es un contexto de gente clase media a clase media baja, hay necesidad en el ambiente. Los asesinatos de Christie pasan por humildes en pantalla, las desapariciones no son tan noticiosas, pero es interesante ver como se embrolla la cosa, como sale a la luz y además como Christie se mantiene tranquilo escondiendo su doble vida, aun cuando por delante había mucha mediocridad y hasta antecedentes policiales. También cómo éste tipo no quería a nadie y nada le perturbaba. Era un sujeto que se sentía humillado por la existencia, mal pagado además, y esto lo impulso a desfogarse perversamente. Luce un tipo muy sencillo en sus justificaciones en realidad, lo que hace la figura escalofriante. Tenía impulsos macabros y quería satisfacerlos, así de simple y fuerte. El resto no le interesaba, era definitivamente como un animal, una bestia. Aunque no parece haber temido mucho, y se hacia cargo con su inteligencia, pasaba por alguien al servicio de otros, un timo total.
miércoles, 12 de enero de 2022
The Boston Strangler
Saber de asesinos en serie siempre es curioso, ésta película se basa en uno que mató a 13 mujeres de distintas edades, hasta ancianas, en el área de Boston y no solo las estrangulaba, las apuñalaba también, era un asesino sádico, frío, finalmente se le apresó, pero hasta hoy se mantienen algunas dudas de todo lo que realmente sucedió. Dirige Richard Fleischer, realizada en 1968, y es una muy buena película. El filme se toma libertades, mete ficción, suprime cosas como las violaciones en los homicidios de éste asesino en serie, no hay ésta parte sexual en el filme. Ésta obra arguye locura, personalidad múltiple, y plantea la figura audaz e inquietante del hombre de familia y tipo correcto que esconde un lado inconsciente, demencial, que no conoce su otra personalidad, la otra de la mayoría del día. Es una película que perturba, que puede fastidiar, Tony Curtis está maravilloso como éste desquiciado y Henry Fonda como el policía inquisidor, pero con consciencia, entre la pena y el deber. La primera parte del filme es una investigación y fácil pudo inspirar a David Fincher en su genial Zodiac (2007). Se presentan varios sospechosos y distintos métodos de averiguación, aunque más simples que los que usa Zodiac. Fleischer también trabaja la cámara dividida y con cuadraditos -la visibilidad de la cámara- que completan panoramas. Éste recurso se ve bien y se repite varias veces virtuosamente. Fleischer es más talentoso de lo que se le suele adjudicar, incluso lo que puede dictar su amplia y variada filmografía, pero tampoco es poca cosa haber hecho películas desde la época del cine clásico hasta las ochenteras. Éste filme también anticipa la excelente serie Mindhunter (2017) del mismo Fincher. Mindhunter está ambientada en fines de los 70s y los asesinatos de El estrangulador de Boston fueron a comienzos de los 60s, fue arrestado en 1967 y el filme de Fleischer es fresquito, está estrenada a un año de saber quien es el famoso asesino en serie que aterrorizó Boston, curioso ver que yace el mismo o similar método de Mindhunter presente, tratar de comprender a un asesino atípico, raro, impredecible, loco, a un asesino por naturaleza, a un asesino en serie, pero encima con un enfrentamiento interior muy freak. Fonda también luce curioso, hace de un abogado e intelectual idealista que se encargará de las entrevistas grabadas. Cómo éste abogado trata de abrir la mente demente de éste asesino y cómo sucede aunque simple es una maravilla, aunque perturba un poco, es un filme duro. Ésta película puede dividirse en tres partes, la primera el misterio, ¿quién es el asesino?, que sólo para alguien despistado puede serle vital no saberlo, pero también sirve como pequeña señalización de cómo fue la investigación, que pasos se siguieron y es interesante; la segunda es ver a Curtis lucirse en la perversidad más tenebrosa, de la manera más cruel, pero con cierta elegancia clásica; la tercera es conocer el cerebro de un desquiciado, visto desde afuera, con claridad, y con contrastes de lucidez. El choque actoral entre Fonda y Curtis también es un lujo, y hay muy buenos secundarios como George Kennedy. Así mismo la muerte de JFK tiene la rareza de poder ser detonante y pretexto de arrebato esquizofrénico.
viernes, 7 de enero de 2022
El castillo de la pureza
El castillo de la pureza (1973), de Arturo Ripstein, es una de sus más grandes películas y de su país. Es una historia basada en ciertos hechos reales. Es un filme que claramente parece haber inspirado Canino (2009), la película que puso en el centro de atención -dio a descubrir- a Yorgos Lanthimos. Lanthimos y su guionista Efthymis Filippou sin duda han debido conocer de éste filme, aunque el suyo es propio de otra época, de esa modernidad que expone cine raro. Lo de Ripstein es algo muy realista, claro y directo, tanto como con fuerza. No obstante versa sobre algo extraordinario, cómo un padre mantiene encerrados a sus tres hijos y esposa por más de 18 años, pensando que el mundo es muy corrupto y dentro de su casona los mantiene seguros de esa corrupción. Lo "curioso" es que éste hombre, Gabriel (Claudio Brook), es como todos, imperfecto, y lo que prodiga tiene encima de hipocresía, como con lo sexual. No solo eso, es un hombre violento; desencantado de la vida su frustración lo tiene enojado y abusador dictador contra su propia familia; llega hasta amenazar de la manera más vulgar y peligrosa. Su mujer, Beatriz (Rita Macedo, con unos 48 años muy bien llevados y que recuerda de rostro aunque levemente a Sophia Loren), ama a Gabriel a pesar de tanta locura, pero ama también a sus hijos y es inteligente, ha prometido protegerlos, entonces al tener a Gabriel siempre en estado de pelea trata de traerlo a la normalidad si es posible, aun aceptando vivir encerrada. El único que sale a la calle es Gabriel, a vender lo que fabrica con sus hijos, que es otro atractivo del filme, hacen raticidas, y vemos cómo es el proceso de hacerlos, y cómo hasta la hija pequeña está al tanto de todo, participa. También el filme tiene una gran dirección de arte con esa lluvia constante que yace sobre la casona, tal un mundo a puertas de desbarrancarse. Al estar encerrada la familia bajo un yugo férreo todo apunta a autodestruirse, observando para peor que la cabeza está desvariando un poco, y para furiosa, le falta cordura. Es una obra que por la actitud y poder de Gabriel te mantiene en vilo todo el tiempo. Se ve interesante cómo muchas cosas de aquí están reflejadas en Canino pero llámese mediante una actualización más freak, propia del nuevo cine griego y del cine último moderno. Lo que no se puede negar es que es mejor la de Ripstein, aunque la de Lanthimos tiene su atractivo y virtud también.
jueves, 6 de enero de 2022
La tía Alejandra
Ésta película de terror del mexicano Arturo Ripstein es una de las mejores del género hechas en Latinoamérica. Es sencilla, pero bastante buena. Tiene cine arte aunque muy poco o nada de cine intelectual. No importa. Es entretenimiento y del bueno y basta y sobra. La historia nos enseña a una anciana tía llamada como el título, Alejandra (Isabela Corona), que tras morir la abuela y matriarca familiar queda sola y se va a vivir con su sobrino y su familia, formada por tres hijos, una adolescente, una niña y un niño. Ésta familia padece problemas económicos, son clase media baja, y la tía Alejandra es millonaria. Pronto la necesidad y cierta ambición de dinero hacen que quieran agraciar a la tía, pero ella esconde que es una bruja, tal cual, pero el filme de Ripstein no lo dice directamente, la deja ser simplemente y es un gran acierto y buen cine. Los hijos de éste núcleo no gustan de la tía y, como son pequeños aun, empiezan a molestarla, hasta ocasionarle una caída, un accidente. Como no saben con quien se han metido no se han enterado que se trata de una bruja y ser super cruel y pronto buscará venganza, aun siendo niños los involucrados. En toda ésta venganza hay notable cuidado cinematográfico y narrativo, tiene de delicado y también de potente. Vemos como levita una mesa, vemos ritos y van sucediendo hechos macabros y mágicos. El filme maneja imaginación, creatividad, como ver que la tía falsifica la voz de la madre, de Lucía (Diana Bracho), para ejecutar un plan siniestro. El filme también tiene escenas fuertes, como un incendio que acaba con una vida. Los padres pronto se dan cuenta que el dinero no es tan importante, es un alto precio por pagar, y empiezan a ver mal a la tía, pero ésta es muy astuta y malvada, no saben que lío tienen ya demasiado encima. Hay una maravillosa escena que define al padre que empieza a ser torturado, sobre una cama llena de agua. Los títeres también se prestan a la brujería, no queda duda que están enfrentando al demonio. No obstante como en toda película de género sale un héroe improbable a luchar la situación. Por todo es una delicia de cine de horror, con una Isabela Corona a la que se le exige mucho y da la talla, como cuando sufre la lluvia en la calle. Es un filme donde el enemigo es perverso, pero finge docilidad y amabilidad. Parece una vieja señora cualquiera la tía Alejandra y craso error, lo cual es un disfrute para el espectador.
miércoles, 5 de enero de 2022
El extraño viaje
El extraño viaje (1964), del director español Fernando Fernán Gómez, un famoso actor, es una película con su costumbrismo en un pueblo chico de provincia, similar a muchos otros, de esto que se plantee una auscultación de lo nacional instalada en una época en particular. Vemos que la gente del pueblo trabaja todo el tiempo y su diversión central y general es ir a una taberna y oír música en vivo, beber, comer y bailar. En ello una chica hermosa y coqueta baila para todos ellos, los provoca a todos, mientras las mujeres por lo clásico le miran con odio desde sus asientos (y altares de proclamada decencia), molestas porque sus maridos y suponen potenciales pretendientes yacen entusiasmados, excitados con el baile sensual de la joven moderna; la bella hembra sensual los llama burros a todos riendo desenfada, al tanto de que los emociona y se portan toscos, poco inteligentes apurados por el deseo carnal, de posesión. Éste es el ambiente en que se mueven los personaje, bien cimentado, con su buen toque de humor, de ironía. El meollo de la trama tiene a dos hermanos -hombres y mujer- medios tontos, retraídos, aislados en su hogar, dominados por otra hermana que parece una bruja y que Fernán Gómez la define con los gritos que lanza a cada rato y que pueden ser un poco molestos y demasiado repetitivos. Ésta bruja es Ignacia (Tota Alba) y es una fémina de falsas apariencias, tiene un gran secreto a cuestas y ahí ella es otra persona, de donde se desprende lo típico español, aun cuando puede tener cierto ridículo a cuestas. El filme se basa en un crimen entre hecho real e imaginado; por el final ésta propuesta decae porque se ponen a explicarlo todo, punto por punto, de la manera más poco creativa, plana y simplona, pero esto durará unos 20 minutos y lo demás ya ha cumplido con entregar algo bueno y se le puede perdonar. La obra de Fernán Gómez tiene a uno de los hermanos tontos interpretado por el director español de terror, cine B y trash Jesús Franco que dígase bien que no actúa mal y se puede ver aquí también que es un loco de los bravos, un tipo peculiar, quien curiosamente recuerda aunque levemente el rostro de Peter Lorre. Éste filme se basa en una idea de Luis García Berlanga, pero aquí la dirección es muy distinta a la de él. Tampoco se puede negar que la simplificación de lo costumbrista en Fernán Gómez es bastante notable y da los mejores momentos del conjunto, generando con la chica moderna bastantes destacables escenas. La relación amorosa entre el músico y la vendedora de ropa también da buen jugo.
The Shop Around the Corner
El filme se ubica en Hungría, adaptando la obra de teatro Perfumería del húngaro nacionalizado americano Miklós Lászlo, dirigida por el megafamoso nacido alemán nacionalizado americano Ernst Lubitsch. Ésta es la película más famosa de uno de los grandes nombres del cine clásico. La obra se contextualiza a puertas de la navidad y termina en la celebración de éste día. La historia nos presenta el trabajo en una tienda, perteneciente a Hugo Matuschek (Frank Morgan), un jefe serio, justo y noble por igual, hay respeto hacia él y formalismo, pero aprecio hacia su persona y de éste por sus trabajadores a quienes trata de nombre, es el jefe ideal sin rollos de ningún tipo, bueno, decente pero inteligente. Se percibe dificultad por hallar trabajo en la época o el país o respeto por tenerlo o es el reflejo del de Matuschek. El trabajador más destacado del lugar es Alfred Kralik (el sensacional James Stewart), quien es un tipo muy culto, en un trabajo humilde; su inteligencia lo hace algo difícil con algunas personas, lo que hará el drama de la película y generará complejidad en ésta comedia romántica. La que lleva un trato duro de Kralik es la nueva trabajadora, la señorita Klara Novak (Margaret Sullavan), quien es una mujer abiertamente culta, amante de libros, literatura y textos académicos, pero de trato sencillo, es una mujer amable y carismática. Luego sabremos que tanto Kralik como Klara son almas solitarias; ella la lleva peor por la época, es melancólica y algo propensa a la crisis mental. Klara escribe a eso de las citas románticas con extraños y empieza a recibir cartas de un pretendiente. La curiosidad es que el pretendiente es Kralik y ella no lo sabe. Klara producto del trato laboral detesta a Kralik aunque guarda ciertas formas y educación. No obstante lo cree un tipo vulgar. En ello entonces entra a tallar una especie de historia a lo Cyrano de Bergerac. El filme economiza bastante narrativa, recurre a talentosas elipsis, maneja el tiempo como los más grandes; su estructura permite conocer cosas más allá de lo lineal, con ello implica mucha sorpresa y novedad, genera curiosidad siempre, ya que más tarde se conocen las razones de hechos que impactan primero y parecen incoherentes momentáneamente. Aunque hay elipsis y un tratamiento no simple, sabe explicarse muy bien y ser entendible a un público amplio. Con Matuschek hay un coqueteo con Ebenezer Scrooge, de manera distintiva y personal. Estamos ante una de las mejores películas que se han hecho por navidad.